A partir de una serie de delicados bordados hechos por la coreógrafa, esta obra toma vida. Es un cuento hecho a mano, con música en vivo que ambienta y a la vez se funde con los estados que transitan sus personajes. Y los bordados son muy lindos, generan calidez y trabajo artesanal, tiempo dedicado a los hilos y sus movimientos.
Una historia romántica, ingenua, de dos seres que se encuentran y terminan en un conocido final feliz. Movimientos y lugares comunes del ser varon y mujer...
Un poco empalagosa para quienes desconfiamos de esta visión del amor.
Poco recomendable.
Dirección y bordados: Andrea Servera
Intérpretes: Gabriela Pastor y Nicolás Ramirez
Teatro: El portón de Sanchez. Sanchez de Bustamante 1034.