Son muchas las frutas que se oxidan al poco tiempo de exponer su carne al aire. Para entendernos, se vuelven oscuras y adquieren un aspecto muy poco apetecible. Ocurre con frutas como la manzana, la pera, el plátano, el aguacate… y puede ocurrir también con purés de frutas o con recetas tan conocidas como el guacamole.
Es posible evitar que la oxidación se produzca dándole a la fruto un poco de vitamina. Vitamina C para ser precisos, es decir, ácido ascórbico. Basta con diluir un poco de este ácido (1 g por 100 ml de agua) y con esa solución podemos “pintar” la parte de la fruta expuesta al aire. Si se trata de un puré, simplemente añadimos un poco de la mezcla al mismo. El ácido ascórbico añade un ligero sabor ácido y además evitará que la fruta se ennegrezca. Ya podemos preparar macedonias o guacamoles con tiempo sin miedo a que se nos pongan feos gracias al ácido ascórbico.