Una vez que te quedas embarazada ‘estás a tiro’ de todas las mujeres, ya sean madres, abuelas y otras que aún no lo son pero que ‘saben’ porque tienen porque tienen madres conocidas, lo han leído por internet o en algún libro de algún ‘doctor experto y conocedor’ en embarazo, lactancia o crianza. Lo que significa que todo el mundo se siente libre de dar sus consejos (siempre bienintencionados) y contarte sus experiencias de embarazo, parto y post-parto aunque no sean muy agradables de escuchar.
En fin, esto es sólo el principio. Además de lo anterior, te empiezan a recomendar todos los utensilios, cacharros y otros aparatos ‘importantes’ tanto para ti como para tu futuro bebé. Vamos, que sin darte cuenta tienes la casa llena de objetos que muchos de ellos aún no sabes para qué sirven pero ‘tranquila, que ya sabrás que hacer con ellos’.
Esta sociedad ha llegado a un punto que para tener un hijo debes estar bastante convencida porque sino te puede costar un ojo de la cara o un riñón. Si nuestras abuelas vieran cómo ha evolucionado todo: que si cochecitos, cucos para el coche, tronas, biberones, sacaleches, bañeras, cunas, desinfectantes de biberones, leches de fórmula a precio de oro, pañales sintéticos de diferentes edades y momentos del día, toallas desinfectantes, chupetes, champús ‘especiales bebé’, utensilios de comida especiales, interfonos, ropa carísima… Y ya no hablemos de las mujeres que preparan la habitación del niño antes de que nazca con todo el equipo completo, esto si que es una verdadera fortuna para luego tener que renovarlo al poco tiempo. En fin, sólo de escribirlo ya me está entrando el agobio ya no sólo por el dineral que realmente no está bien invertido, ya que va creciendo y luego lo comprado ya no te sirve de nada, sino por el cúmulo de cosas inútiles que nos encanta al ser humano acumular.
Nuestras abuelas parían en sus camas, les daban teta, los llevaban en brazos, dormían con ellas, los vestían con ropas de otros hijos anteriores o de amigas con hijos ya crecidos y a nadie se le caía la cara de vergüenza, utilizaban pañales de algodón que volvían a lavar y nadie pensaba que era una ordinariez o una guarrada, no les ponían chupetes (que deforman su boca y se usan para hacerlos callar, una grave falta de comunicación) , ni les rociaban con colonias químicas llenas de petróleo y paraben, ni le ponían cremas ni champús irritantes.
Mujeres que escuchaban más a su cuerpo y estaban más conectadas con la nueva vida que habían traído al mundo y no estaban pendientes del reloj para darles comida cada tres horas, sacaban la teta cuando el niño lo pedía. Eran mujeres que criaban a sus hijos más libres, con menos miedos. La madre actual tiene tendencia a sobreproteger a su cachorro, tanto que luego aparecen los miedos infantiles, las camas mojadas, los gritos y perreras por antojos sin sentido, los chillidos e insultos a la propia madre, las adicciones al fast-food desde bien pequeñitos, la hiperactividad, los frecuentes virus y todas las demás enfermedades infantiles consideradas como ‘normales’ y aceptadas por madres y guarderías y los famosos y asentados piojos.
No estoy echando la culpa a las madres, simplemente quiero que seamos conscientes de cómo ha evolucionado todo desde entonces o mejor dicho de cómo se ha desvalorado algo tan importante como es el instinto materno, la intuición, la madre naturaleza y a la Madre, en mayúsculas.
Reflexionemos futuras Madres: ¿Es necesario toda esta parafernalia y llenar nuestra vida de objetos sin sentido, que supuestamente nos los venden como prácticos, para la mujer actual, la mujer que trabaja y que es madre a la vez, y que cuestan un dineral?
Yo reclamo mi derecho a parir en mi casa cuando le dé la gana a mi niña venir a este mundo; yo reclamo mi derecho a dormir con mi hija el tiempo que me dé la gana y no ponerla en una cuna entre barrotes como si estuviera en una cárcel; yo reclamo mi derecho a nutrirla con la leche que sale de mi pecho y sin pudor a hacerlo cuando ella quiera y dónde quiera; yo reclamo transportar a mi hija pegada a mi pecho piel con piel para que escuche los latidos de mi corazón; yo reclamo vestirla con ropa regalada de otras criaturas; yo reclamo mimarla y cuidarla (sin sinrazones de ‘expertos’ que te obligan a despegarte de tu hijo nada más nacer porque sino los malcrías) y al mismo tiempo que conozca y no tenga miedo al hombre del saco, a las alturas, al mar, al sol, a la lluvia, a la tierra, a la piedra, que sea libre y que aprenda por si mismo lo que es la vida auténtica sin programaciones, condiciones, ni manipulaciones; yo reclamo mi libertad y el respeto de todos a educar a mi futura hija como a mi me dé la gana, fuera de esta sociedad perdida llena de consumismo y engaño mediático.
Me alegro y soy feliz por saber y conocer que todavía hay lugares y gente auténtica que siguen a la Madre Natura y no dan tanta importancia a las modas e imposiciones obligadas.
Salud y Buen Embarazo y Crianza.
Continuará.
Yo Isasi
www.nutricionencasa.com
- Blog this!
- Bookmark on Delicious
- Digg this post
- Recommend on Facebook
- share via Reddit
- Share with Stumblers
- Tweet about it
- Subscribe to the comments on this post
- Print for later
- Bookmark in Browser
- Tell a friend
Otra receta más donde he modificado los ingredientes industriales por los naturales y nutritivos. Es super sencilla de hacer y además mucho más nutritiva que las galletas industriales y algunas ecológicas. Como siempre digo, leed las etiquetas porque te puedes … [Leer más...]
Hace unos días hice masa de pizza de espelta integral para mi sobrina. Al día siguiente se me ocurrió, que con lo que sobraba de la masa, podía hacer unas empanadillas para las meriendas de mi hermana. Como veis, he vuelto a casa por Navidad. En fin, muy … [Leer más...]
Hace un tiempo era una 'adicta' al pan alemán pero era casi imposible encontrar un pan alemán ecológico hecho con levadura madre y sal marina. Hace unos años encontré uno de la marca Davert hecho a base de granos de centeno y sal marina, pero donde vivo … [Leer más...]
Seguimos de celebraciones y después de once días del cumple de mi hija, llegó el mío. Mi hermana insistió en celebrarlo y me convenció para que me pusiera de nuevo con 'las manos en la masa'. Entonces me acordé que cuando era pequeña en los cumpleaños de mis … [Leer más...]
He decidido hacer este post para agradecer a la gente que está trabajando conmigo, a la gente que se está preocupando por su Salud, a la gente que está confiando en que juntos podemos mejorar, a la gente que con su dedicación y esfuerzo está sanando. He hecho … [Leer más...]