Sigo en la búsqueda de mi rosca (AKA sin pastelera). Así fue que me crucé con este increíble babka de chocolate de David Lebovitz.
Ya publiqué acá la versión con pastelera. Por que a diferencia de mí, el 99% de los mortales no concibe una rosca sin pastelera. Por eso últimamente, en casa siempre termina habiendo dos roscas (convengamos que, a pesar de las quejas, la que primero se termina es la que no tiene pastelera!).
El babka es una trenza judía, rellena por lo general con chocolate. Para los fanáticos de Seinfeld, sabrán de que se trata esto, nada puede compararse con un babka de chocolate... ni siquiera uno con canela... Chocolate mata canela...
Entonces me puse a leer esta super receta, para encontrarme que un pastelero en Tel Aviv, le contó a D. L. su secreto para un relleno húmedo y delicioso: migas de brownie.
Tenía a mano un par de brownies de cacao freezados (nunca hagas brownies sólo para el momento, siempre el doble y frezzar!), avellanas... y allí fui, por el babka versión rosca.
La trenza que habrán disfrutado los apóstoles para honrar a su guía, el Rey de los Judíos...
Con la receta de David, hice tres babkas: dos roscas y una trenza tradicional. Todas con diferentes rellenos: una rosca grande con brownie y avellanas, una rosca chica con pastelera y una trenza chica sólo con chocolate. Una receta super rendidora que se adaptó al gusto de todos.
Hay una receta!