Leo Chechelnitskiy vuelve a soprender en Babula Bar 1937
Después de Sasha Bar en Poble Sec, Leo vuelve a la carga con un formato que domina a la perfección para seguir rindiendo homenaje a las mujeres de su vida, como a él mismo le gusta decir: Babula Bar 1937.
Babula hasta ahora era el nombre cariñoso con el que Leo llamaba a su abuela Estela de origen catalán, quién le enseño en su infancia que “no recordamos días, recordamos momentos”. Esa frase está grabada a fuego en la mente del propietario y parece ser el objetivo de este local: no olvidarnos del rato que allí podemos pasar. No solo este lema, sino también una educación servicial y amable ha sido heredada y puesta en práctica en el servicio de sala de este local de Barcelona.
Su origen ruso no le ha condicionado lo más mínimo para ofrecer en su carta platos de cualquier parte. De hecho, si tuviéramos que definir su oferta gastronómica, diríamos que tira más hacia una cocina asiática y latinoamericana que no hacía una cocina europea. Venga del país que venga, está siempre pensada bajo el prisma de ser maridada con coctelería.
Para conseguir las combinaciones más afines, cuenta con la complicidad de Damian Monie, un chef joven (29 años) pero con gran experiencia adquirida junto a Philippe Etchebest en 4ème Mur y l’AppArt’ y también en su propio proyecto en Burdeos, Red Carpet. Pasado un tiempo, dirigió su mirada hacia otros lugares y sus correspondientes cocinas, pasando dos años en Tailandia y aprendiendo todo lo posible sobre cocina asiática dominando sobre todo la técnica del wok.
Acabada su aventura, volvió a Barcelona y después de un intento fallido en un proyecto personal, decidió ofrecer sus conocimientos a Babula Bar.
Y así empezó esta aventura. Platos de allí y de allá, la mayoría crudos, copan más de la mitad de su carta. Imaginad marinados, adobados, avinagrados, encurtidos o producto sin más.
Llega el momento de entrar en detalle por ejemplo, con su salmón fresco marinado 30 horas con salsa de mostaza dulce y laphroiag 10 ahumado. O con dos de sus tartares, uno steak tartar marinado a la italiana y el otro de salmón con fruta de la pasión. O con unas ostras. O con un foie mi cuit a la vainilla. O con el salmón fresco marinado al estilo de Babula. Cualquiera de ellos vale para darnos cuenta de la versatilidad y creatividad plasmada en su oferta.
Pero no olvidemos que en Babula Bar 1973 también hay cocina que ha pasado por los fogones. Y nada despreciable por cierto. No hay que hacerle el salto a sus dumpling de gambas con su caldito ni a su bao burger de cordero ni a su taco de pato hoisin.
Son solo un ejemplo de lo que se puede comer en Babula Bar. ¿Y beber? Porque no olvidemos que su propuesta incluye coctelería. En este caso está elaborada con producto destilados premium y nunca con más de 4 ingredientes en cada cóctel, siguiendo las pautas de la coctelería clásica a la que añaden su toque personal, como su Negroni al que añaden pacharán. Otras opciones son su Pachacúte con base de pisco peruano, el Summer Punch que inluye fruta o el Espresso Martini, perfecto para acompañar algunos de sus postres como el pastel de oreo y mouse de pandam.
Babula Bar nos trae de vez en cuando una selección de aquello que otros países ofrecen también en sus mesas como Méjico, que cada lunes se instala en su comedor con 3 opciones de nachos, 6 de tacos y 5 cócteles. Los viernes, en cambio, la protagonista es la música, bien sea en directo o pinchada por DJ’s.
Una cocina sin interrupción que puede disfrutarse de lunes a sábado desde el mediodía hasta las 2 de la mañana, alargándose una hora más los viernes y sábados.
Si tienes ganas de que te sorprendan, ves a Babula Bar 1973.