Revista Cine

Balada triste de trompeta

Publicado el 21 diciembre 2010 por Babel

Balada triste de trompeta

Balada triste de trompeta, por la canción de Rafael. Empiezo a pensar que Alex de la Iglesia tocó su techo en “La comunidad“, o si quieren en “El día de la Bestia“. Créditos de inicio, de lo mejor. Hay que reconocerle su espectacularidad en cuanto a imagen y puesta en escena. También que es extremadamente exagerada y violenta, pero una violencia entre el absurdo y el cutre-machismo suburbial. Parte la película desde 1937. Un chaval es testigo de cómo asesinan a su padre (Torrente-payaso) y se le cruzan los cables para el resto de su vida. Payaso-triste. Dios los cría, ellos se juntan, el destino cruza su camino con payaso-tonto, paranoico, macarra, misógino, ultra-salvaje. Guión: ambos se enamoran de la misma trapecista. Locura, ida de pinza increscendo hasta límites insospechadamente bestias. Humor, pero cutre, anacrónico,  pasado de vueltas, superado con creces un sinfín de españoladas de entre los cincuenta y setenta. Gratuita, trasnochada y repleta de escenas surrealistas sin demasiada coherencia que nadan entre el absurdo y el infantilismo del triste payaso. Auto-plagios de “El día de la Bestia” o de Carmen Maura en “La comunidad”, la cosa no da para más. Y jugando a Tarantino: asesinato de Carrero Blanco, o un Valle de los Caídos surtido de calaveras, evocan de manera un tanto histriónica el pasado no tan lejano, pero con bastante menos gracia. De pequeña me daban miedo los payasos, esta vez me han dado pena. Sobre todo si una se para a pensar en el nada desdeñable presupuesto dedicado, la mayoría con fondos públicos. Alex de la Iglesia, presidente de la Academia de Cine. Es casi imposible que se hubiese subvencionado un proyecto así viniendo de cualquier otro. Hacía mucho tiempo que no salía de una sala de cine antes de terminar la película. Y este mes, ya van dos.


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