Domingo al mediodía, estaba sola en casa y en verdad no tenía ganas de cocinar. La salvación fue el recordar un restó que hace tiempo tenía ganas de visitar (y que siempre quedaba en salida frustrada con un amigo que es amante de la buena gastronomía), y que por ayuda del destino hace unas semanas había comenzado a abrir los domingos al mediodía. Así que salí rumbo a Beija Flor sumamente entusiasmada!
En verdad los comentarios que tenía por parte de mis amigos eran muy buenos pero la curiosidad me mataba, e iba con algo en mente: no quería comer pasta!....excentricidades que tiene una, vió? jeje.
En si, si bien no me aflige salir a comer sola, el entrar y decirle (con mucho orgullo jeje) a la chica que estaba en la puerta "Mesa para uno" me dió empuje, algo así como el reforzar mi soltería jejeje. Sip...lo admito, entre esto y lo de la pasta fue un domingo algo extraño jajaja.
Las fotos que había visto en internet no mentían: un ambiente muy acogedor me estaba esperando detrás de una fachada que esconde una verdadera joya gastronómica en el centro de Maldonado. Madera, piso "vintage" y un ambiente cálido son la mezcla perfecta que dan un marco único a este restó.La chica, que resultó ser Fernanda (la dueña), me trajo rápidamente la carta con una buena onda que servía de antesala a los 90 minutos que pasé allí. Mmmm....¿que elegir?. Recordando a mi querido amigo Antonio opté por hacer un almuerzo completo (entrada, plato principal y postre) algo a lo que los uruguayos no estamos demasiado acostumbrados por lo general.Consulté con Fernanda pues mi duda entre dos entradas no me permitía elegir: ¿Bruschettas o Torre de ciabatta?, a lo que me recomendó la primer opción. Me acomodé en mi silla, saqué mi pequeña Moleskine para apuntes y el celular para tomar fotos, sin importarme lo extraña que podría parecer a ojos de otros comenzales al sacarle varias fotos a todos los platos y anotando mientras comía. Si...una imagen divertida!
A los pocos minutos de tomar mi orden, apareció Fernanda con unos chips con una salsa de tomate deliciosa!. Al poco tiempo su esposo, Fernando, me alcanzó un jugo de frutas también de cortesía. Si este era el comienzo de mi experiencia en Beija Flor, el resto no podía desilucionarme. Los chips rápidamente desaparecieron de la mesa, entre notas y tragos del jugo de frutas más sabroso que he tomado en toda mi vida.Y zas! una panera repleta de pancitos hechos por ellos mismos quedó frente a mi!. El aroma me tentó, y por más que había comido los chips no pude dejar pasar el momento y tomar uno de esos panes calentitos, que para mi sorpresa era de orégano. "Alejandra, para!...deja lugar para lo que vendrá" me tuve que decir mientras vencía la tentación de ir por un segundo pancito.
La espera fue corta y entonces trajeron mi entrada, tres bruschettas capresse sobre un colchoncito de rúcula y acompañadas por unos tomatitos cherry. Y por más que suene exagerado les juro que ese aroma me llevó automáticamente a Carlo Menta, un restaurant del Trastevere (Roma) al cual amo ir pues es un típico "ristorante romano" y que es dueño de unos aromas deliciosos y muy particulares. Esas bruschettas me hicieron viajar unos instantes a mi amada Roma, y aún no las había probado.Deliciosas, con el crocante justo y un sabor inigualable, esas bruschettas fueron la entrada perfecta de mi almuerzo.Como plato principal opté por el frango bahiano (pollo bahiano), una inmejorable versión de supremas de pollo rellenas con morrón y zanahorias (perfectamente a punto!), exterior dorado y bañadas por una deliciosa salsa de curry. Como acompañamiento unos papines al romero, donde la piel estaba sutilmente crocante y salada. La mezcla de aromas y sabores es indescriptible!, tendrán que ir para comprobarlo por ustedes mismos!!!
Y llegó el momento del postre: nuevamente duda por lo que consulté con Fernanda con quien tuve la suerte de charlar un buen rato más tarde, quien confesó ser una amante del chocolate y en verdad me recomendaba los brownies. Es así como dos brownies calentitos llegaron a mi mesa, con un exterior de ensueño y un interior que no podría ser menos!. Salsa roja, helado de vainilla (decorado con algo de crumble) y una decoración de caramelo (que terminé tirado en mis ansias por fotografiar) componían el broche de oro de un almuerzo y experiencias sublimes!
Luego de mi almuerzo Fernanda me ofreció de cortesía un café pero en verdad mi estómago no tenía lugar para nada más, había sido un almuerzo de dioses!. No obstante me quedé charlando un rato con ella, quien me contó los inicios de Beija Flor y como era un proyecto "a pulmón", donde ella y su esposo trabajaban hombro a hombro.
Sin dudas este restó superó ampliamente mis expectativas. Un restó hecho con amor, un proyecto nacido de la cabeza y corazón de Fernanda y Fernando. Con el broche final de precios justos, carta muy interesante y con productos a los cuales no estamos acostumbrados en la zona.
Así que si andan por Maldonado no pueden dejar de pasar por Beija Flor, les aseguro que será una experiencia para recordar!
Dirección: 25 de Mayo y Solis, bien en la esquina con la puerta de entrada por 25 de Mayo. A una cuadra de Joaquín de Viana, en Maldonado.
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Abren de miércoles a sábado en la noche, y domingos al mediodía.
No pueden dejar de visitarlos!
xoxo. Alejandra