La arcilla es un tipo de barro curativo y el barro es el material de la creación. La arcilla se utiliza desde tiempos inmemoriales para el tratamiento de diferentes enfermedades y si tenemos arcilla, no hacen faltan antibióticos, ni antidepresivos.
Lo curioso de este polvo es que lleva una carga negativa electromagnética que se adhiere a la carga positiva de muchas toxinas al activarse con el agua y actúa como un imán. Atrae las impurezas, los metales pesados y otros tantos químicos, los absorbe y suelta minerales vitales para que el cuerpo se sirva de ellos. Transporta oxígeno a las células para retirar el hidrógeno y afecta al pH de nuestro cuerpo al alcalinizarlo. Posee una gran concentración de diferentes minerales tales como silicio, calcio, magnesio, sodio, hierro y potasio. Tomada correctamente, la arcilla incluso ayuda a equilibrar la flora intestinal.
La arcilla hidrata, tonifica y disuelve la grasa, lo que la hace ideal para aplicar en la piel. También goza de propiedades antibacterianas y desinfectantes y es apta para utilizar interna y externamente y no sólo como mascarilla de cara. Se coloca sobre heridas que son difíciles de cerrar, esguinces, eccemas, herpes, picaduras de insectos, todo tipo de lesiones, varices, hongos, erupciones cutáneas, hinchazón, quemaduras, incluso la celulitis.
En su libro “Nutrition and Physical Degeneration”, el Dr. Weston A. Price ya documentó el empleo interno de la arcilla por muchas tribus alrededor del mundo. En el estudio de las diferentes razas primitivas, descubrió que los indígenas en los Andes, en África Central y en Australia, llevaban una bola de arcilla en sus mochilas, que más tarde disolvían en agua en la que bañaban sus alimentos antes de comer. Las tribus explicaban que llevaban a cabo esta práctica curiosa para prevenir las enfermedades de estómago, tales como la disentería y las infecciones por comida (pag.266-267). El propio Dr. Price relata en su libro exitosamente su curación de disentería en África Central gracias a la arcilla. Asimismo los animales enfermos, prefieren beber agua de sitios pantanosos, por las propiedades curativas que el barro confiere al agua. Incluso yo misma observé en la naturaleza la ingesta de arcilla por parte de diferentes animales.
Advertencia: nunca manipular con utensilios de metal, porque éstos cambian la composición química de la arcilla. Es recomendable unos días antes de su utilización dejarla al aire y que le den los rayos de sol.
Ahora bien, no tengo experiencia en tomar internamente la arcilla, pero tengo pensado escribir un post sobre el tema en el futuro. Si decidimos tomarlo, tener cuidado si nos medicamos porque disminuye la efectividad de las pastillas y hay que consumir mucha agua, al producir estreñimiento. Pensad que al añadir agua a la arcilla se forma una pasta bastante densa, imaginad ahora esto en vuestro estómago. Pero si añadimos más y más agua, la arcilla se va diluyendo. Son cosas importantes a tener en cuenta.
Siempre es muy importante el origen de los productos, incluso de uno como la arcilla que al fin y al cabo es barro. Como se menciona más arriba, la arcilla es muy potente absorbiendo tóxicos, así que es muy importante saber cómo se obtiene, de dónde es y qué equipamiento se aplica para tratarlo y procesarlo (nada de metales). Incluso si utilizamos una cuchara de metal, llenaría la arcilla de cargas positivas y al utilizarla ya tendría muchísima menos efectividad.
En estos años usé muchas arcillas. Al principio sólo sabía que era buena para mi piel y compraba la primera que veía, pero al descubrir estos pequeños secretos y por fin dar con productos buenos, me di cuenta en seguida de la importancia del origen. La diferencia se nota desde la primera aplicación y esto, amigos, es decir mucho.
¿Cómo utilizarla?
Desmaquillarse antes. Formar una pasta con agua, agregar una cuchara de arcilla y una cuchara de agua. La piel suele enrojecer, es una reacción normal porque aumenta la circulación en la cara. Se recomienda utilizar una vez por semana, pero se puede disfrutar con más frecuencia en función de las necesidades de nuestra piel. Si se utiliza con demasiada frecuencia causa sequedad e irritación. Si esto ocurriera dejadlo un tiempo. Para las pieles más secas se recomienda simplemente un lavado con agua y arcilla. Aquí nos podemos poner creativos y en vez de agua añadir vinagre, miel, alguna infusión fuerte de hierbas como por ejemplo de manzanilla o añadir algún hidrosol (agua de rosas, lavanda) o moler algunas flores o hierbas y echar en nuestra mezcla. Otros ingredientes interesantes a tener en cuenta son la sal marina (añadir una pizca) y el té matcha (añadir una cucharadita). Dejar actuar 15-20 minutos y retirar con agua tibia. Aplicar en escote y hombros también, si sufrimos de granos en dichas áreas.
Si notáis que sale un granito, preparar una mezcla y aplicar en el área. Ayuda a reducir los poros, tiene un efecto exfoliante, reduce las manchas en la piel, previene los puntos negros y deja la piel muy suave.
Las chicas que no tienen suerte con el “no poo”, alcanzan buenos resultados con el champú de arcilla. Simplemente mezclar 1-2 cucharas con suficiente agua. Es opcional incorporar medio vasito de vinagre de sidra de manzana y algunas gotas de vuestro aceite esencial favorito. O simplemente utilizar como mascarilla de pelo, dejando actuar entre 5 y 20 minutos.
Dato curioso:
La joven actriz Shailene Woodley, protagonista de la trilogía Divergente, es la portavoz de la ingesta de arcilla. Obviamente los medios utilizan estas declaraciones como algo peligroso, los titulares siempre vienen acompañadas de frases como “no probar en casa” y la tildan de hippy y algo loca. Una pena.
Arcillas según el tipo de piel
- Arcilla bentonita – piel normal a grasa, acneica
- Rhassoul o arcilla marroquí – piel normal a seca
- Arcilla verde – piel normal, grasa o problemática
- Arcilla blanca/caolín – piel sensible
Arcillas recomendadas:
Aztec Secret, Indian Healing Clay
Redmond Trading Company, Redmond Clay
Redmond Trading Company, Facial Mud
Frontier Products, Arcilla Verde Francesa
Acerca de la autora:
Mi nombre es Selime y soy de Bulgaria, un pequeño país del este de Europa. Encontré el blog de Edurne por casualidad y me enamoré de sus contenidos y filosofía desde el primer día. Poco a poco forjamos una bonita amistad que tiene en común un enorme afecto por la comida, la vida natural, la fotografía y el sentido del humor.
Con mi introducción al mundo paleo, me conciencié poco a poco sobre los tóxicos que no sólo están en nuestra comida, sino en casi todo lo que nos rodea, por lo que dejar de utilizar los cosméticos convencionales era un paso lógico y necesario. No quiero sonar alarmista, y aunque me demuestren que todos los ingredientes en una crema son sanos, la sencillez y el alcance de los ingredientes naturales es insuperable. ¿Acaso hay algo más sencillo que el aceite, la miel, la arcilla, el vinagre? Además de poder utilizarse en la cocina, son productos muy versátiles que sirven para mejorar la calidad de nuestra piel. Mi filosofía es no poner nada sobre mi piel que no pondría en mi boca. En la sencillez está la máxima sofisticación.