Tomás Berdych le negó el saludo a Nicolás Almagro en el final del partido. El español le había pegado un pelotazo sin intención en el brazo.
El encuentro finalizó a favor del nacido en Repúiblica Checa 4-6, 7-6 (7/5), 7-6 (7/3) y 7-6 (7/2) y por su gesto fue silbado por el público australiano.