¡Saludos, Calderer@s!
Un mes más llegamos corriendo a participar en el reto más divertido de la blogosfera gastronómica. ¡El Asalta Blogs! Para los que acabáis de llegar y no sabéis de qué va el tema, os invito a que os paséis por el blog de Gastroandalusí, creadora de esta banda de mangantes culinarios.
Este mes le hemos desvalijado la despensa a la pobre Anaïs del blog Mi madre no cocina de donde rebuscando me he llevado esta delicia, que además tenía pendiente hacer porque es un plato que me encanta.
Fue gracias a este post del blog de Antxon que descubrí que el nombre no le viene por el tipo de queso, si no de la palabra “parmiciane” que significa persiana y que hace referencia a las láminas de berenjenas unas sobre otras.
El único cambio que he hecho con respecto a la receta original es que no he triturado la cebolla, pues no lo he visto necesario, ya que me gusta encontrarme los trocitos en la salsa. Por lo demás, todo es igual. ¡Y qué rica estaba!
Ingredientes: (para 2 personas)
- 2 berenjenas medianas
- 1 cebolla pequeña
- 500ml. de tomate natural triturado
- albahaca y oréganos frescos
- queso parmesano
- sal y pimienta,
- aceite de oliva
Elaboración:
En primer lugar lavamos las berenjenas y las cortamos en láminas longitudinalmente. Picamos finamente la cebolla y las hojas de albahaca frescas. Salamos las berenjenas para que no amarguen y las dejamos reposar.
En una sartén con un par de cucharadas de aceite de oliva pochamos a fuego lento la cebolla con una pizca de sal para que sude. Cuando empiece a ponerse transparente incorporamos también la albahaca picada.
Cocinamos un par de minutos más e incorporamos el tomate natural triturado a la sartén. Salpimentamos, bajamos el fuego y dejamos cocinar unos 15 minutos, removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
Mientras tanto, en otra sartén, o en la plancha, pasamos las berenjenas (que habremos lavado para quitar el exceso de sal) por las dos caras con unas gotas de aceite de oliva. Como bien explica Anaïs en su blog, este paso nos lo podemos saltar para reducir grasas, pero…¡¡yo no lo haría!!
Cuando las tengamos todas pasadas por la plancha, las vamos colocando en las fuentes que vayamos a usar para el horno (que tendremos precalentado a 200ºC). Después de cada capa de berenjenas, añadimos la salsa de tomate, queso parmesano rallado y orégano, y repetimos la operación en ese orden hasta que llenemos las fuentes.
Introducimos ahora los cuencos en el horno y los dejamos cocinar durante 15 o 20 minutos. Las sacamos con cuidado de no quemarnos y…¡ya están listas nuestras berenjenas a la parmesana!
Ahora sólo queda disfrutar sin quemarse, pues el calor se concentra mucho en la berenjena, ¡así que no tengáis prisa que os achicharráis! :D
Espero que os haya gustado este robo tanto como a mi. Os aconsejo que os paséis por el blog de Anaïs porque tiene muchas más cositas ricas por ahí.
¡Que aproveche, Calderer@s!