Qué decir de este Bundt Cake...?! La verdad es que no necesita presentación, nada más verlo, te lo comes con la mirada.. y al probarlo, necesitas repetir ya que la textura es muy diferente a los bizcochos, es más jugosa, encima chocolateado pero en su justo punto de dulzura... Parece que se nota un poco que me encanta, verdad?
Comprobamos si a ti también te gusta?
¿Qué necesitamos?
330 g de harina120 g de cacao en polvo (para hacer a la taza, yo usé la marca Meivel)1 cucharadita de levadura1 pizca de sal
125ml yogur natural (el mío azucarado)125 ml leche (en mi caso semidesnatada)225g de mantequilla a temperatura ambiente360 g azúcar4 huevos L1 cucharadita de esencia de vainilla
Y ahora que ya tenemos todos los ingredientes, nos ponemos manos a la masa.
Ponemos el horno a precalentar a 175º.
Cogemos un recipiente y mezclamos la harina, la levadura, el cacao y una pizca de sal, vamos removiendo hasta que veamos que está todo bien agregado. Reservamos.
Por otro lado, mezclamos la leche con el yogur, usando un tenedor.
Y, en un recipiente bastante grande,batimos con las varillas eléctricas la mantequilla con el azúcar hasta que veamos que tenemos un crema y está todo bien mezclado. Una vez tengamos la crema, vamos agregando los huevos uno a uno y removiendo, una vez todos los huevos agregados, añadimos la vainilla y removemos.
Cuando tenemos toda la mezcla homogénea, añadimos poco a poco la mezcla de harina y la de la leche, alternando ambas hasta terminar con las dos. Removemos hasta que veamos una mezcla con todos los ingredientes bien integrados, y vertemos a un molde y al horno unos 45 minutos. Depende del horno la variación del tiempo, pero para asegurarnos metemos un palillo o un cuchillo y cuando lo saquemos limpio eso nos dirá que ya está listo.
Para la decoración o glaseado, yo usé hice chocolate a la taza, con el cacao en polvo Meivel y leche. Estaba riquísimo! pero se puede fundir el chocolate que más os guste, o usar un glaseado que no sea de chocolate!
Espero que me digáis cuando la hayáis probado, merece la pena!
Bárbara