Hoy os traigo una receta de las de casa de toda la vida, mi madre era una fan total de los calamares encebollados y todos los que nos hemos ido incorporando a la familia nos apuntamos al club rápidamente, con lo cual cuando se prepara esta receta el éxito está asegurado... y el sopeteo también, la salsa está buenísima, de hecho, nunca triunfan tanto las patatas cocidas como ese día. La receta de lo más sencillo, lo más complicado era limpiar los calamares, pero ahora los limpian en la pescadería o ya los hay limpios, por tanto lo más latoso está hecho, así que no hay disculpa para preparar esta delicia.
Ingredientes:
Aceite de oliva virgen
2 cebollas grandes
Sal
1 k de calamares
Pimienta
1 vaso de vino blanco
Laurel
Elaboración:
Cortamos las cebollas en pluma
Pochamos las cebollas con un poquito de sal en una cazuela con aceite de oliva, a fuego suave unos 8-10 minutos.
Incorporamos los calamares troceados y bien escurridos, mezclamos bien con la cebolla pochada, subimos un poco el fuego y sofreímos. Los calamares empezaran a soltar liquido, es importante que este se consuma antes de añadir el vino.
Salpimentamos, añadimos el vino y dejamos cocer suavemente hasta que los calamares estén tiernos. Estos concretamente eran congelados y estaban listo en unos 8 minuto
Comprobamos el punto de sazón, dejamos reposar un par de minutos y servimos con patatas hervidas... ¡chafadas en la salsa están buenísimas!
¡Buenas noches!