Lo ideal para el caldo de pollo casero es usar una cazuela grande, donde quepan bien todos los ingredientes.
Introducir dentro el pollo troceado o entero, limpio y lavado, para quitar posibles restos de sangre.
Cubrir con agua, o lo suficiente para que cubra bien el pollo y llevar a ebullición.
Cuando haya pasado 1 hora ir añadiendo a la olla las verduras, peladas y troceadas.
Dejar cocer a fuego lento durante una hora y media en total como mínimo, hasta que quede un caldo sustancioso.
Es importante ir espumando la superficie para que el caldo quede claro.