Aunque es época, en casi todos los blog de propuestas navideñas, con este frío que esta pegando, también es época de platos contundentes y ¿que hay más contundente que unos callos?.
El callo es un plato típico en muchas zonas de España, pero sobre todo en los dos sitios que más he frecuentado, Madrid y Galicia, donde además, en ambos sitios se les suelen añadir garbanzos, aportando así la parte que les falta, fibra e hidrato de carbono.
Se pueden preparar solo con callo, el intestino, pero a mi me gusta hacerlos con morro y pata, ya que les aporta aun un poco más de gelatina, dando la textura típica de este plato y un poco de carne magra que viene tanto en el morro como en la pata.
INGREDIENTES.
1,5 Kg de callos, morro y pata.1 hueso de jamón.3 chorizos.1 morcilla de cebolla.300 gr. de garbanzos.2 cebollas.
1/1 pimiento rojo.cabeza de ajos.Pimentón.2 cayenas (opcional).1 cucharada de carne de pimiento chorizero.2 tomates maduros.Vinagre.Sal y pimienta negra.Aceite de Oliva Virgen Extra.
ELABORACIÓN.
Lo primero es limpiar los callos. Hoy en día en la mayor parte de las carnicerías, te los venden ya muy limpitos y solo es darles un agua, si no hay que preparar un buen balde de agua con vinagre, dejarlos en remojo y hacer varios cambios de agua.
Una vez limpitos los vamos a blanquear, ponemos a cocer abundante agua con medio vaso de vinagre, cuando llegue a ebullición echamos los callos y los trozos de morro y pata, ya cortados al tamaño que nos guste más y dejamos que vuelva a hervir, lo separamos del fuego y los escurrimos en un colador en el fregadero, dándoles un buen lavado con agua fría.
Lo próximo es ponerlos a cocer, callos, pata, morro junto con un hueso de jamón, una hoja de laurel, la cabeza de ajos, a la que le quitamos 2 o 3 dientes, una cebolla entera, el medio pimiento y unos toques de pimienta negra molida. Si los hacemos en olla convencional tendrán que cocer entre 3 y 4 horas, si es en olla a presión estarán listos en la mitad de tiempo.
Los garbanzos los metemos a cocer a la vez, dentro de una red para poder sacarlos a la mitad de la cocción. Otra opción es usar un bote de garbanzos cocidos, que añadiremos al final.
Mientras se cuecen nuestros callos, vamos haciendo un sofrito. Ponemos un poco de aceite en el fondo de la sartén añadimos la otra cebolla cortada en trozos pequeños, junto con el ajo y dejamos que se haga lentamente. Cuando este la cebolla bien trasparente, añadimos los tomates rayados y la cayena y dejamos que se hagan hasta que nos quede un sofrito espeso, añadimos una cucharada de postre de carne de pimiento choricero y una sopera de pimentón de la Vera, le damos unas vueltas al fuego y reservamos.
Si no os gusta el picante no le añadáis las cayenas, pero el puntito picante a los callos le va como anillo al dedo. Si no tienes cayenas puedes sustituir el pimentón dulce por picante.
Con los callos ya cociditos llega el toque final. Los escurrimos y guardando el agua de cocción y en la misma olla ponemos el sofrito, lo calentamos y echamos los callos, lo mezclamos bien, troceamos el chorizo y la morcilla y añadimos los garbanzos previamente cocidos o del bote y echamos agua de cocción hasta casi cubrirlos, dejamos que cueza todo junto lentito otra media hora, añadiendo más agua de cocción si es necesario.
Hasta ahora no hemos puesto ni gota de sal, ahora al final es el momento de probarlos y si la necesitan, que es probable que no, se la añadimos.
Servimos, un buen pan y a disfrutar como enanos.
"Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré". Mateo 11, 28