Corría el año 1998 cuando se juntaron por primera vez, y juntos llevaron a Italia a ganar su cuarta Eurocopa Sub 21. Nacía una dupla de mediocampistas que cosechó casi una docena de títulos codo a codo, que llevó al Milan y a la selección italiana a conquistar el mundo. Nacía el dúo Pirlo-Gatusso.
Pirlo-Gatusso debutaron en la Euro Sub 21 el 4 de septiembre de 1998 en la victoria por 2 a 1 frente a Gales, bajo la conducción de Marco Tardelli. Al siguiente partido, el magistral pateador de tiros libres le daría, con un disparo al ángulo, la segunda victoria en el certamen ante Suiza, mientras que el aguerrido Gatusso veía la roja.
En ese torneo juvenil, además, jugaron otros dos campeones mundiales: Simone Perrotta, quien completaba el mediocampo que se alzó con el título en Alemania 2006, y Gianluca Zambrotta, quien diez años después recaló en el conjunto rossonero para engrosar su palmarés junto a ambos mediocampistas.
A lo largo del torneo, la garra de Gatusso y la clase de Pirlo le dieron a los azzurros un plus que le permitió llevarse el título con total comodidad. La destreza de uno y la entrega del otro se complementaban a la perfección.
En la primera ronda, lideraron el grupo A tras hilvanar siete victorias y un empate. A esa altura, Nicola Ventola se perfilaba como uno de los grandes delanteros del certamen y Pirlo, a fuerza de goles de todo tipo –convirtió desde el punto del penal, mediante tiro libre y a través de remates de media y larga distancia-, ya era el máximo artillero del equipo.
En segunda ronda, Italia logró el pase a la siguiente fase gracias a un gol de Pirlo en tiempo suplementario, desde la puerta del área. Fue considerada la vendetta italiana por los medios nacionales, tras la victoria por penales del elenco galo en los cuartos de final del Mundial de 1998.
En la tercera ronda, sin embargo, el hábil volante casi le hace perder la chance de meterse en la final a Italia, tras una tonta expulsión ante Eslovaquia. Esto le costó resignar dos puntos y tener que depender de la diferencia de gol. No obstante, sus compañeros derrotaron 3 a 1 a Turquía sin él, y Ventola, cuando faltaban 8 minutos para el final del match, marcó el tanto que le permitió a los de azul acceder al partido decisivo, en Bratislava.
En una semana, el “fantasista” Pirlo , como lo llamaban, pasó de villano a héroe. Tras su expulsión, se puso el equipo al hombro en la final ante República Checa y limpió su imagen, convirtiendo los dos goles que le dieron el título.
Primero, abrió el marcador desde el punto del penal. Luego, tras el empate de los checos, selló la victoria con un gran tiro libre desde 25 metros –tras una falta que le cometieron a él- que se metió en el ángulo del arco de Chvalovsky y significó el título para Italia y su noveno gol en el certamen, además del reconocimiento como Jugador de Oro que le otorgó la UEFA.
Para esa época, el arquitecto Pirlo desplegaba su magia en el Reggina y Gatusso empezaba a hacer historia en el Milan. Un año después se unieron sus caminos y le dieron, juntos, nueve títulos a los de Berlusconi, además de conquistar la Copa del Mundo 2006 en Alemania. Tardelli los juntó, la gloria los esperaba.
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Holanda: Sub20 – 01′: Los chicos crecieron y casi conquistan el mundo
Portugal: Sub20 – 89′: La generación de Oro
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