Revista Salud y Bienestar

Cambios oculares en las relaciones sexuales

Por Opticaporlacara @opticaporlacara

Podríamos afirmar, con seguridad, que los ojos desempeñan una función clave en la mayoría de las actividades que realizamos, siendo así también, por supuesto, durante las relaciones sexuales y de pareja.

¿Acaso una mirada no lo dice todo? Nos dice más de lo que creemos…

Cuando nos atrae una persona o cuando estamos enamorados, e incluso antes, durante y después de las relaciones sexuales, nuestros ojos experimentan una serie de cambios. Evidentemente, es difícil que en esos momentos nos demos cuenta pero así es. La variación en el tamaño de las pupilas es una de las consecuencias oculares más directas. Estas, como resultado de la atracción y la excitación que acompaña al momento,” se rebelan y se expresan” de tal forma que incluso sacan a la luz una parte de nuestra intimidad.

Además, paralelamente a estos cambios, también se ven modificados otros parámetros oculares.

Aunque no lo parezca, las pupilas nos dan más información de lo que pensamos, y por ello son muy estudiadas. Quizá sea en el contexto de las relaciones sociales, y especialmente en lo referido a atracción sexual, donde más se desvelan sus secretos.

Por ejemplo, de uno de los estudios que ilustran este post1 se extrae que, en el caso de las mujeres, las pupilas reaccionan de manera diferente dependiendo del grado de atracción que les suscite la persona a la que están mirando (novios, actores favoritos, chicos desconocidos…), y que depende mucho la fase del ciclo menstrual en la que estén y de si están tomando píldora anticonceptiva o no.

Los resultados fueron los siguientes: si nos fijamos en la tabla de abajo, podemos ver que la mayor dilatación de las pupilas (midriasis) se producía cuando las chicas miraban una foto de sus novios, con una marcada diferencia si lo hacían durante el periodo ovulatorio (fértil) ¡Este dato seguro que le interesará a más de uno/a!

Casi idéntico resultado se daba cuando observaban rostros atractivos, como los de sus actores favoritos. Por estos motivos, estas variaciones en el tamaño pupilar podrían llegar a considerarse como un buen indicador del grado de excitación o atracción hacia otra persona.

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Reacción de las pupilas según estímulos visuales y fases del ciclo menstrual.
Valores por encima de 1 indican dilatación pupilar y por debajo de 1 contracción pupilar

El caso anterior se refiere a mujeres que no usaban anticonceptivos orales. En aquellas que tomaban píldoras anticonceptivas, no hubo tantas diferencias durante las distintas fases del ciclo menstrual. Cuestión de hormonas.

En estudios posteriores a este2, se dio un hecho curioso: se vio que muchas mujeres elegían varones con tamaños de pupila medios porque consideraban que aquellos con grandes pupilas eran promiscuos, por lo que no los consideraban aptos para tener descendencia. Claro que este era el caso de mujeres que buscaban relaciones serias. Las que preferían relaciones esporádicas elegían a chicos con pupilas grandes y que, además, coincidía que estaban en el grupo de los denominados “chicos malos”, por su personalidad.

Y los hombres, ¿qué prefieren?

Prácticamente lo mismo. Ellos también se sienten mas atraídos, inconscientemente, por las pupilas dilatadas. Digo “inconscientemente”, porque, realmente, rara vez nos fijamos en el tamaño de la pupila de la persona que tenemos delante, pero nuestro cerebro parece que sí.

Por cierto, esto de las pupilas dilatadas asociado a un mayor atractivo no es nuevo. Ya en Italia, hace unos 500 años, las mujeres vertían jugo de Belladona en sus ojos, lo que le provocaba una intensa midriasis por la atropina (un potente midriático) que esta planta contiene. De esta forma eran “más atractivas” para los hombres.

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Midriasis fisiológica

¿Y durante las relaciones sexuales qué pasa?

Supongamos que la relación va más allá, la atracción aumenta. Se ha demostrado que las áreas cerebrales ricas en receptores de dopamina se activan en presencia de la pareja o al ver fotos de ella.3 Empieza así un despliegue de hormonas que, por supuesto, va a afectar a los ojos, como prolongación del sistema nervioso que en realidad son.

Para entender todo esto, hay que conocer las hormonas que intervienen en el acto sexual, antes y después del orgasmo.

Adrenalina, testosterona, estrógenos, dopamina, prolactina, oxitocina… son algunas de las hormonas que nos explican esa sensación de bienestar y felicidad tras las relaciones sexuales, la posterior disminución de líbido, la excitación previa, etc.

Por ejemplo, a medida que aumenta la excitación, aumenta el nivel en sangre de hormonas como la dopamina, oxitocina o adrenalina, a lo que se le suma la testosterona que ya había antes y que aumenta más aún con los primeros estímulos. Casi todas estas tienen un efecto claro sobre las pupilas: las dilatan.4

Tras el orgasmo, tanto en el hombre como en la mujer se produce una disminución importante de algunas de ellas como la dopamina, oxitocina y adrenalina, y por el contrario, aumenta la prolactina.

rosa roja con rocio

Foto de Sarah Klockars-Clauger

Precisamente, ésta última afecta al otro parámetro ocular que varía con las relaciones sexuales: la presión intraocular.

La presión intraocular (PIO) es la presión que ejercen los líquidos oculares contra la pared del ojo, la cual es necesaria para que este órgano se mantenga distendido. Uno de esos líquidos oculares es el humor acuoso, y su producción disminuye por efecto de la dopamina, bajando por tanto la PIO. Similar efecto sobre la PIO tiene la prolactina.

Aunque no está totalmente demostrado, sí que existen trabajos sobre la relación del sexo y la presión intraocular.5 En uno de ellos, un paciente diagnosticado de glaucoma y equipado con una lente de contacto que mide, a tiempo real, parámetros oculares como la PIO, fue monitoreado durante días mientras realizaba distintas actividades, entre ellas relaciones sexuales con su pareja. Así se pensó que una de las causas por la que le disminuía la PIO podría ser por el hecho de tener relaciones sexuales frecuentes.

¡No sería mala noticia para aquellos con presión intraocular alta!

También la PIO se ve afectada en mujeres menopáusicas que reciben tratamiento de reemplazo hormonal (TRH), pero solo si se realiza también con testosterona. En ese caso, altos niveles de testosterona se asociaron con mayores valores de PIO.6

Referencias:

1) Laeng B, Falkenberg L. Women’s pupillary responses to sexually significant others during the hormonal cycle. Horm Behav. 2007 Nov;52(4):520-30. Department of Psychology, University of Tromsø – Norway.

2) Tombs S. Silverman I. Pupillometry: A sexual selection approach. Evolution and Human Behavior. 2004;25:221–228.

3) Acevedo BP, Aron A, Fisher HE, Brown LL. Neural correlates of long-term intense romantic love. Soc Cogn Affect Neurosci. 2012 Feb;7(2):145-59.

4) ASD Spiers. DB Calne. Action of dopamine on the human iris. Br Med J. 1969 November 8; 4(5679): 333–335.

5) Kaweh Mansouri. Felipe A. Medeiros.Robert N. Weinreb. Intraocular pressure changes during sexual activity. Department of Ophthalmology, Hamilton Glaucoma Center and Shiley Eye Center. University of California, USA. Acta Ophthalmologica 2013.

6) - Toker E, Yenice O, Temel A. Influence of serum levels of sex hormones on intraocular pressure in menopausal women. J Glaucoma. 2003 Oct;12(5):436-40.Marmara University Medical School, Department of Ophthalmology, Istanbul, Turkey.

- Hess EH. The Role of Pupil Size in Communication. Sci Am 1975 Nov;233(5):110-2, 116-9.

- Variaciones del tamaño pupilar en diferentes situaciones (inglés): http://data.psych.udel.edu/rsimons/PSYC467/Andreassi%20(289-307).pdf

- Agradecimientos a Cheryl Murphy, optometrista de Estados Unidos.

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