Revista Cocina
Nos sobró pollo asado y en vez de usarlo para croquetas lo utilizamos para estos ricos canelones.
Si no tenéis restos de una preparación anterior , podéis hacer una pechuga salpimentada a la plancha. El relleno queda cremoso con el calabacín y la bechamel. Elegid la proporción de queso azul a vuestro gusto. Cuanto más fuerte de queso azul más suave de queso para gratinar.
Ingredientes:
- 12 placas de canelones
- 1 pechuga de pollo o restos de pollo asado
- 1 lata de paté ( ibérico mejor )
- 1 cebolla pequeña
- 1 calabacín pequeño
- 2 ó 3 dientes de ajo
- Tomate frito
- Queso azul
- Harina
- Leche
- Aceite de oliva
- Pimienta
- Nuez moscada
- Sal
- Queso rallado suave
Elaboración:
Picamos finamente la cebolla y el ajo. Pelamos el calabacín y lo troceamos a cuadraditos. Cortamos el pollo con unas tijeras.
Calentamos el aceite en una sartén y sofreímos las verduras hasta que estén tiernas. Añadimos el pollo troceado, removemos e incorporamos la lata de paté. Salpimentamos y mezclamos bien junto a 2 cucharadas de tomate frito.
Preparamos una bechamel ligera:
En un cazo empezaremos calentando un poco menos de medio vaso de aceite (100 cc), añadimos 2 cucharadas rasas de harina y rehogamos un poco. Con ayuda de unas varilla mezclamos e iremos agregando medio litro de leche, poco a poco, sin dejar de remover. Ponemos sal, pimienta y nuez moscada. Debe quedar suave y cremosa.
Preparamos las placas de los canelones según indique el fabricante y las ponemos sobre unos paños de cocina para secarlos.
En una fuente para el horno ponemos una base de tomate frito.
Mezclamos 4 ó 5 cucharadas de la bechamel con el relleno del pollo formando una pasta suave. Ni demasiado espesa ni demasiado ligera.
El resto de la bechamel la calentamos a temperatura muy suave y le vamos añadiendo el queso azul removiendo hasta que el queso se mezcle bien. Lo vamos probando hasta que el sabor esté a nuestro gusto.
Rellenamos los canelones con la mezcla del pollo, los vamos enrollando y colocándolos en la bandeja sobre la base de tomate.
Cubrimos con la bechamel de queso, espolvoreamos con el queso rallado y lo metemos en el horno.
Cuando la superficie esté dorada, lo sacamos y dejamos que repose unos minutos y servimos.