CARANCHO - ¿Ficción?

Carancho es un largometraje que trata de la corrupción, de la mafia. Otra vez esa clase de personas que se aprovechan de los débiles para regar su avaricia. Sí, existen. Aquí, en Argentina y donde haya gente con dinero de por medio.
El director, Pablo Trapero, cuenta la situación de corrupción que existe en Buenos Aires en relación con los accidentes de tráfico. La película comienza dando las cifras de la cantidad desorbitada de siniestros que ocurren cada año. Sobre esto y sobre los seguros, abogados y policías que se benefician feamente de las desgracias ajenas trata Carancho.
Una historia que podría ser real. Claro que con un toque de intriga y acción muy bien narrado. Se ve que Trapero sabe cómo quiere contar las cosas y así lo muestra con el buen trabajo del equipo de fotografía. Una cámara que se mueve, muchos primeros planos y pocos cortes que dan una sensación de realismo brutal, principalmente en las escenas de acción. Aunque también he de decir que allá por la hora y pico perdió la tensión creada, el interés. Quizás es debido a que hay muchos escenarios idénticos, con los mismos personajes y a mí me dio la sensación de que en mi mente se creaban flashbacks de dos segundos que pronto se desvanecieron con los diálogos. Pero (¡ayyyy!) le falta algo ahí en medio.
A mí me gusta bastante Ricardo Darín, como actor. Y no me ha defraudado en la piel de Sosa. Representa a un abogado que ha perdido su licencia para ejercer y trabaja para una de las compañías estafadoras. Este estilo de tipo decadente y con problemas le queda muy bien. Luján es una médico del servicio de urgencias, una gran luchadora y trabajadora con adicciones. Martina Gusman me resulta tremendamente natural en este papel y esto, para una actriz, debe ser un piropazo.
Quizás no se convierta en una de mis pelis del “top ten”, pero está bien hecha y cuenta una historia interesante con su punto de realidad.
JOSEPHINE
P.D.: Mi hámster no hubiera hecho mejor la fotografía. Dice que a él también le gustó aunque, claro, él es más de Stuart Little.