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Carta abierta a Favre

Por Illegalreturn
Carta abierta a Favre
Estimado Brett,
Te escribo esta carta abierta mientras aún distraes tus días divirtiendote en compañía de unos chavales del equipo de fútbol americano del Oak Grove High School. Es sorprendente, pero a la vez descriptivo, el contraste entre la aparente calma que a buen seguro te ofrecerá la paz de ese campo de prácticas, colaborando en las labores más básicas como si fueras un simple entrenador de instituto, con la tempestad que, en tu nombre, sacude el mundo NFL. Nunca han sido buenos tiempos para las grandes estrellas del deporte, aquí en Europa o allá en los Estados Unidos, en mayor o menor medida, una multitud de aduladores y otra más de detractores suelen acompañar a aquellos que demuestran una buena dosis de genialidad y tu caso no ha sido ninguna excepción, todo lo contrario!. Es cierto y nadie puede ni debe negarlo que en el pasado has cometido ese tipo de errores que jamás hubieran tenido que suceder, pero en el pecado está la penitencia y, a fe de Dios, que la deuda ha sido pagada con creces.
En las últimas horas has sido objeto de burla, insultado, menospreciado y se te ha faltado al respeto. Periodistas, seguidores, compañeros de profesión o la NFL como organización; todos ellos han preferido dar por cierto algo que nunca superó la categoría de rumor. Incluso tu propio equipo, demostrando una incompetencia manifiesta, un pésimo estilo y una clamorosa falta de consideración, a lo único que ha llegado ha sido a ofrecerte más dinero por continuar, como si ese fuera el problema!. Tu lacónico "it's not about the money" tendría que quedar grabado por siempre en la puerta del despacho de Rob Brzezinski sorpresivamente aún gerente de la franquícia.
Si esta carta llegara a tus manos y pudiera ofrecerte algún consejo, mal que me pese te pediría sinceramente que te retiraras. Sé que no es el "momento perfecto" que hubieras elegido, sé que durante algunos meses seguirías pensando que el destino te escatimó esa última temporada, esa Super Bowl postrera que el deporte te debe desde hace años. Sé que tu mente sigue visualizándote ese último y arriesgado pase contra los Saints pensando que esa no debería ser la última imagen que de ti recordásemos y, conociéndote como se puede conocer a alguien como tú, afirmo que tus venas arden en deseos de borrar ese rastro de la única forma que sabrías y podrías hacerlo: con uno más de tus clamorosos éxitos. A buen seguro que la propia épica del deporte que tanto te ha acompañado esperaría que retornaras a los Vikings, recuperado o no de tu tobillo para, semanas o meses más tarde, caer lesionado de gravedad. Sin duda la fotografía de esa salida en camilla daría la vuelta al mundo NFL y la hoguera de las vanidades que envuelve el deporte sonreiría satisfecha ante la dramática visión de uno de sus hijos predilectos ofrecido en sacrificio sobre el altar de la historia de este espectaculo. Algunos piensas que los futbolistas, como los rockeros, deben "morir" en el terreno de juego, dando hasta la última gota de sangre, hasta el último aliento de sus fuerzas, hasta que la extenuación les parta el espinazo, apartándoles para siempre del sueño que de adolescentes tuvieron: jugar a fútbol americano.
Pero Brett, los que amamos este deporte y hemos sido subyugados bajo el resplandor de tu juego creemos que ya han sido demasiadas las batallas que has librado como para que ahora todo dependa de lo que ocurra las próximas semanas. Y sabe todo el mundo que daría la mitad de todo lo que tengo por verte una temporada más tomando el timón del equipo de Minneápolis, colocándote tu helmet, ajustándote el cierre, mirando a través de tu línea buscando la debilidad del rival y resolviendo la situación de la única forma no prevista por ningún entrenador, pero también creo  -creemos los que te queremos-, que ya es suficiente. Como dice la canción, querido Brett:

It's been a long time since we laughed together
It's been a long time since we cried, since we cried
Raise your glass to the comrades we've lost
My friend it's been, it's been a long, long, long time, yeah

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