El sábado 4 asistimos a la cata/degustación que como cada primer sábado de mes se realiza en Bodega Selección de Campello. Suelen ser catas organizadas de forma muy didáctica, donde además contamos con los siempre interesantes e instructivos comentarios y recomendaciones tanto de Esteban de la Rosa como de Javier.
Para esta ocasión habían preparado una horizontal de bodegas riojanas para mí desconocidas, una vertical de crianzas de Viña Hermosa, una selección de 4 vinos de Ribera del Duero, dos añadas de un vino de Toro y otros dos desconocidos para mí, uno de Alicante y un Vino de Mesa de la Tierra de Castilla y León.
Los representantes de la Ribera del Duero fueron Señorío de Plumarejos Reserva 1999, Torres D'Anguix Crianza 2003, Vegadero Crianza 2004 y Lambuena Crianza 2004. Sin ser en absoluto ninguno de ellos malos vinos, no me transmitieron gran cosa, y me parecieron todos bastante iguales (incluso me viene a la mente la palabra aburridos), y sólo destacaría un poco por encima del resto al Torres D’Anguix, que siempre que lo he probado me ha gustado mucho, y que sigue manteniendo una frutosidad muy agradable por encima de las maderas, los torrefactos y los ahumados.
Pudimos probar una par de cosecheros riojanos, destacando sobre todo el Mitarte Tempranillo 2009 (DOCa Rioja, tinto maceración carbónica, 100% Tempranillo, Mitarte): bonito color cereza brillante, con ribete violáceo. Aromas de muy buena intensidad, muy frutales (fresas) y natas, una golosina nasal. En boca, suave, fresco y ligero. Un MC muy muy rico, que gustó a mucha gente.
De Viña Hermosa pudimos probar varias cosas. Para empezar, el Viña Hermosa Roble 2009 (DOCa Rioja, tinto roble, 100% tempranillo, Santiago Ijalba): Precioso color violáceo de capa baja. Nariz intensamente frutal con algunas notas especiadas que denotaban el toque leve de la madera. Paso por boca ligero y muy frutal. Un rico tinto roble. La vertical de crianzas contaba con representantes de 2003, 2004 y 2006, y si bien estaban todos bastante bien, no es la elaboración de este vino que más me gustó. Para cerrar el capítulo Ijalba, disfrutamos, porque esa es la palabra que mejor define el beber este vino, un Viña Hermosa Reserva 2001 (DOCa Rioja, tinto reserva, 100% Tempranillo, Santiago Ijalba): picota algo apagado, de capa baja, con ribete atejado. Nariz muy expresiva y agradable, con cueros, ahumados y fruta negra madura. En boca es un vino extraordinariamente sedoso, suave, bien estructurado y muy redondo, no sobresale ni una arista. Fantástico vino.
La DO Alicante estaba representada por un Miguel Navarro Cabernet Sauvignon Reserva 1998, que tenía una mejor boca que nariz, pero que no fue nada memorable.
Llamó la atención un Picalcón Cuveé 2000 (Vino de mesa de Castilla y León, tinto con crianza, 100% Tinto fino, Picalcón): color picota evolucionado, con ribete granatoso. Aromas especiados y ahumados sobre un fondo de fruta negra muy madura. En boca se mostró muy intenso, frutal, redondo y con un tanino dulce y suave. Un vino que no conocía, más que aceptable.
Terminamos con dos añadas de uno de nuestros vinos preferidos, Cyan. Probamos un Cyan 12 Meses 2003, y un antiguo Cyan Crianza 1999 (DO Toro, tinto crianza, 100% Tinta de Toro, Cyan): picota oscuro muy cubierto, intensísimo color para ser un 1999, con ribetes granate. Nariz compleja y de buena intensidad, con regaliz, ahumados, especias y fruta negra madura. Paso por boca lleno, complejo, con mucho cuerpo y un tanino muy bien integrado; muy largo. Un vinazo al que aún le quedan bien un par de años.
En resumen, hemos conocido otro maceración carbónica muy rico y agradable, hemos constatado de nuevo que los Ijalba hacen vinos deliciosos y de mucha calidad, nos ha defraudado un poco lo probado de la Ribera del Duero y nos reiteramos en que Cyan es uno de nuestros vinos de cabecera. Habrá que hacerse con alguna botella de ese crianza del 99.