En una esquina en el barrio de Poble Nou, muy cerca de la Rambla con el mismo nombre está Catacroquet. Concretamente en la Calle Almogàvers 211. Un local original, con terraza y con una decoración cuidadosamente descuidada si es que se le puede llamar así. Paredes con obra vista, desconchadas, estilos desiguales como si estuvieran a medio acabar. Un mural al fondo también algo caótico da el punto de color a un local con mesas de diferentes alturas y capacidad.
Fuimos a comer, aunque optamos por su menú de fin de semana, en el que alguna croqueta siempre hay. Un menú que está compuesto por tres entrantes, un principal a escoger, postre y vino.
El primero, no podía ser otro que 3 croquetas. Ese día eran de Ternasco con patatas, brócoli con aceitunas negras y de mejillones con algas dulse. Todas las croquetas estaban buenas, con sabor bien definido y perfectamente identificables. Puede sonar extraño pero en alguna ocasión, ¿no os ha pasado que no habéis tenido claro de que era la croqueta?. Es cierto que eran ingredientes muy diferentes, pero no por ello hay que quitarles mérito. De buen tamaño y bien fritas.
Una originalísima presentación para el siguiente entrante. Ensaladilla rusa con su toque especial no sólo en la estética, sino también en el sabor, ya que era con mayonesa de soja. Envuelta en hojas de parra dan así la vuelta a un plato muy corriente. Además, una buena ración, ya que eran tres paquetes para cada uno. El último entrante fueron unos Pimientos del Piquillo rellenos de buey. Rebozados al estilo Rioja que fueron correctos. El relleno era correcto y la ración era dos pimientos por persona. Tres entrantes muy variados. Los platos principales eran dos a escoger. Uno de carne y otro de pescado y elegimos uno cada uno. El de pescado eran unas Kokotxas de Bacalao al pil pil con gulas. Una parte del bacalao que no todo el mundo come por su textura gelatinosa, pero precisamente esa gelatina es la que permite hacer un pil pil como el de este plato. Bien ligado y bien espeso. Hay que decir además que estaba muy gustoso. Un buen plato, quizá el mejor para mi. El otro era una Brocheta de Solomillo de Ternera con patata puente nuevo y reducción de melocotón y garnacha. En este caso, aunque la carne era buena, al plato le faltó algo. Las patatas eran cuatro, como podéis ver aunque grandes trozos. En cambio la reducción de melocotón no la supe encontrar. No sé si era una salsa que deberían haber puesto y se olvidaron o bien una reducción hecha en la sartén al mismo tiempo que hacían la brocheta, pero en los dos casos la echamos de menos. El postre una “croqueta” de brownie. Aquí con truco, porque no es que sea una croqueta propiamente dicha, sino el pastel con la forma de ésta. Acompañado con su helado de rigor. El menú incluía vino blanco o tinto un Espel Vailet 2014 D.O. Empordà o Campos de luz 2013 D.O. Cariñena. Un menu más que correcto, suficiente para salir satisfecho, ya que los tres entrantes son generosos, casi como el principal. Podríamos decir que son 4 platos más postre sin exagerar. Un menú de fines de semana por un precio de 22 Euros bebida incluida. Recomendable si además, tenemos en cuenta de que donde está no hay demasiadas opciones a no ser que te acerques algo más a la Rambla de Poblenou. Si no te apetece un menú y lo que te apetecen son unas buenas croquetas, no hay que olvidar que es su especialidad. La diversidad de sabores y las combinaciones posibles para tomarlas son una buena alternativa. Además, suelen organizar afterworks, o distintos eventos como música en directo según hemos visto en su Facebook. Imprescindible para los #croquetalovers.