Los cereales favorecen la absorción y posterior acción de las vitaminas y minerales de la fruta. Son ricos en almidones que nos proporcionan energía a largo plazo; es mejor consumir el cereal sin azúcar agregada y, a ser posible, integral. La fruta contiene glúcidos del tipo monosacáridos (glucosa y fructosa) y disacáridos (sacarosa), el kiwi contiene 9,1 gr. por 100 gr. de azúcares glucosa, fructosa y sacarosa) (*); una pera contiene 10,6 gr. por cada 100 gr. de azúcares del mismo tipo que el kiwi (*). Sin embargo el alto contenido en fibra de la fruta, así como su riqueza en otros nutrientes, reducen su impacto glucémico en el organismo. Si comemos los cereales refinados, el impacto glucémico del almidón puede ser mayor, a pesar de que se ve bastante amortiguado por los componentes de la fruta, además así aumentamos su contenido en nutrientes. Este plato puede ser un delicioso desayuno si lo completamos con un yogur o un vaso de leche, ambos descremados, endulzados con estevia o un poco de miel, que además de azúcares nos aporta minerales y un poco de proteína.
(*) Ortega RM, López-Sobaler AM, Andrés P, Requejo AM, Aparicio Vizuete A, Molinero LM.
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Departamento de Nutrición (UCM) y Alce Ingeniería, S.L.
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