Todo un descubrimiento este Chocolate Cheesecake.
El domingo al volver a casa de un viaje a Asturias mi hija me pidió que se la preparara en algún hueco de la semana.
Me puse a ello y fijaros que mas que hacer el chocolate cheesecake, lo que me ha resultado más dificil ha sido hacer la fotos. Cuando ya lo tenia todo listo con mi set de fotografía montado, en el que había buscado un look un poco neoyorquino, la luz desapareció.
Las nubes que se habían ido acumulando sobre nuestras cabezas, de repente se volvieron grises, luego negras…y yo sin lámparas de interior para fotografía. He decidido que ya si o si me las compro, porque quiero evolucionar en mis fotos de interior.
¡Qué pena perder la luz del verano! pero a ver si vienen días más luminosos y puedo seguir con mis fotos de exterior que tanto me gusta.
Pues como os decia me puse manos a la obra con la receta. Aconsejo prepararla de un día para otro porque necesita enfriarse y enfriar después la capa de chocolate.
La preparación de la tarta se parece mucho a los bizcochos mármol, en el sentido de que preparas 2 masas que luego superpones.
El resultado para nosotros ha sido delicioso, aunque he ajustado algunas cosas de la receta original poniéndolas más a nuestro gusto.
Si sois de los que como nosotros os apasionan los Cheesecakes, sin duda este Chocolate Cheesecake os va a encantar. Esponjoso, jugoso, refrescante.
¡Ideal para una merienda perfecta!
Otra historia que quiero contaros es la de las jarritas que veis en las fotos. Me las han regalado este fin de semana y son de un pueblo que se llama Valdevimbre. Allí, en el restaurante Los Poinos nos paramos a cenar el pasado viernes camino de Oviedo.
El restaurante es un descubrimiento en medio del campo de León. Una bodega horadada en la roca, una antigua bodega y un delicioso porche que dá a un jardín, para una cena de amigos como era la nuestra. A Los Poinos nos llevó Fernando, una amigo de mi cuñado Alejandro. Allí cenamos los 5 en animada charla y sin prisas, disfrutándo de una comida sorprendente y rica en matices, en un lugar idílico.
Pues bien, a la hora de los cafés nos los sirvieron en estas jarritas. Cuando les pregunté que dónde podria comprarlas en la zona, Fernando, que conoce a los dueños, salió escopetado a la cocina y yo muerta de verguenza a los 5 minutos tenía en la mesa un set completo de jarritas (4 en total). Me encantan y como le dije a Fernando no tenía ni idea en ese momento del regalo que me estaba haciendo porque este tipo de cosas me chiflan. Fernando GRACIAS desde aqui con mayúsculas.
Las jarritas fueron la anécdota del viaje porque cada vez que abriamos el maletero ya estaban mis cuñados con bromas de mi búsqueda de menaje…
Os hablaré en unos días del restaurante Los Poínos porque merece una entrada independiente, pero creedme es increible y sorprendente con una cocina tradicional muy cuidada y con tintes absolutamente modernos ( me estoy acordándo de los caramelos de queso de cabra y estoy salivando).
Volviendo al Chocolate Cheesecake
Como os decía es sin duda el dulce adecuado para una merienda perfecta. Es refrescante y os sugeriría mantenerlo en la nevera y sacarlo unos minutos antes de tomarlo, porque frío es estupendo.
Os dejo aqui la receta para un molde desmontable de aproximadamente 22cms de diámetro
Receta
La tarta se compone de 4 partes: Base, Tarta de queso, tarta de queso al chocolate, cobertura de chocolate. Los ingredientes son los siguientes:
Ingredientes
Base
150 grs de galletas tipo Digestive machacadas
10 grs de mantequilla sin sal y a temperatura ambiente
Capa de queso al chocolate
110 grs de queso ricotta
210 grs de queso de untar tipo Philadelphia
170 grs de nata líquida con un 30% de materia grasa (aprox)
75 grs de azúcar
2 huevos, con las yemas y las claras separadas
17 grs de cacao en polvo sin azúcar
1 sobrecito de azúcar avainillado ó 1 cucharada sopera
1 pizca de sal
Capa de queso
100grs de queso de untar tipo Philadelphia
65 grs de nata líquida con 30% de materia grasa (aprox)
1 cucharada de zumo de limón
30 grs de azúcar
1 cucharada de harina
1 sobrecito de azúcar avainillado ( ó 1 cucharada sopera)
1 huevo, con la yema y la clara separadas
1 pizca de sal
Glaseado de chocolate
10 cl de nata líquida
25 grs de mantequilla sin sal
156 grs de chocolate con leche en trozos
Elaboración
La base
Precalienta el horno a 225ºC. Mezcla las galletas machacadas con la mantequilla y ponlo en la base del molde desmoldable, previamente untado bien con mantequilla. Resérvalo.
La capa de queso al chocolate
Bate las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Añádele 5o grs de azúcar y sigue batiendo 30 segundos más. Resérvalo.
Mezcla el queso ricotta con el queso de untar y la nata líquida; añade el resto del azúcar y el azúcar avainillado, sin dejar de mezclar. Añade las yemas, el cacao y mezcla bien.
Para terminar, añade las claras montadas a punto de nieve con ayuda de una espátula y despacio, con movimientos envolventes.
Resérvalo.
La capa de queso
Vamos a proceder de la misma manera que con la capa de chocolate: bate las claras a punto de nieve con una pizca de sal, añádeles todo el azúcar y bate unos 30 segundos más. Resérvalo.
Mezcla el queso, la nata y el zumo de limón, el azúcar avainillado, la harina y finalmente la yema de huevo.
Termina mezclándolo de la misma manera que la anterior capa, con las claras a punto de nieve.
Al horno
Precaliéntalo a 225ºC.
Pon en el molde, sobre la capa de galletas la mitad de la mezcla de chocolate, sobre ella la mezcla de queso y termina con la otra mitad de chocolate. Iguala la superficie y ponlo al horno 15 minutos a 225 ºC. Sin abrir el horno ponlo a 125º durante 55 minutos.
El pastel tiene que estar firme, pero sin cuajar en la parte central. No te preocupes si ves que se mueve como si estuviera líquido, aunque si lo ves muy líquido puedes dejarlo 5 minutos más en el horno.
Sácalo del horno y manteniéndolo en el molde déjalo enfriar por completo.
Glaseado de chocolate
En una sartén a fuego medio lleva a ebullición la nata y la mantequilla. Añade entonces los trozos de chocolate y deja fundir durante 1 minuto, removiendo. A continuación mézclalo bien hasta obtener una crema lisa y homogénea.
Unta este glaseado sobre la tarta con ayuda de una espátula y mételo en la nevera durante unas 4 horas.
Resultado: ¡el pastel para tu merienda perfecta!
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