Para los que aún no conocéis este local (ya estáis tardando!!!! :) ) y no os dice mucho el nombre del restaurante os aclararé que Chuka es la versión japonesa de la gastronomía china y el ramen es la versión japonesa de la sopa de fideos china.
¿Que os encontraréis en Chuka Ramen Bar? Una cocina sin escondites, donde todos los sabores están expuestos. Buenos productos bien tratados y con los que Rodrigo, John y su equipo de cocina, consiguen que en cada bocado se produzca una fiesta de sabores en tu boca.
Fotografía de Chuka Ramen Bar
Nada más entrar te recibe una cocina vista, donde se preparan los platos de la carta en la que puedes encontrar baos, gyozas, ramen y una selección de platos según temporada. En el comedor una primera zona de mesas altas y otra zona, algo más reservada, con mesas y sillas más bajas. En cuanto a las bebidas, cuentan con una selección de cóckteles bastante llamativos, pero nosotros nos decantamos por unas de las cervezas de origen asiático con las que cuentan en la carta.
Para acompañar el primer trago de cerveza mientras venía la comida nos ponen pan de gamba y salsa de edamame. La salsa es deliciosa, ácida y dulce. Le llega el turno a los baos, un bocadillo con pan al vapor muy jugoso y esponjoso. El primero que probamos fue el de pollo frito, lombarda y salsa ranch.
El pollo súper crujiente pero muy jugoso y sabroso por dentro, no es el típico pollo seco. El toque de la salsa, parecida a una mayonesa, le da un toque genial. Me pareció un bocado espectacular.
El otro bao que probamos fue el de pulled pork, hoisen, pepino y almendra al coriandro.
La carne de cerdo muy tierna, una mezcla de sabores de especias y toques ácidos muy buenos. Además, le puedes dar a todos estos bocados el toque picante que quieras porque en cada una de las mesas hay una botella de Sriracha, me encanta esta salsa.
Después de estos deliciosos baos, probamos la gyoza de butifarra y cebollino chino.
La pasta de la gyoza delgada y con un punto crujiente. El relleno con mucho sabor.
Y, ahora sí, la estrella del local, el ramen. Nosotros elegimos un ramen para los dos, porque ya habíamos probado algunas cosas antes. Por el que nos decidimos fue por el ramen de curry verde con albóndiga thai.
Delicioso caldo algo picante y especiado acompañado de una deliciosa albóndiga. Una pasada, todos los ingredientes muy ricos y el caldo exquisito, además es muy divertido comerlo con los palillos, y más si eres algo patosa con ellos como yo.
Por último un plato muy refrescante Hamachi, yuzu y rábano.
Pez limón con toques algo picantes y cítricos. Delicioso!
Y por último algo dulce para cerrar. En la carta solo encontramos una opción dulce el mochi donut con helado de té matcha.
El helado es súper refrescante, no muy dulce, que acompaña genial al mochi.
Si os apetece disfrutar de Chuka Ramen bar al aire libre podéis hacerlo en Madreat, un espacio donde se alojan una vez al mes food truks donde disfrutar de comida callejera de alta calidad y un ambiente estupendo.
Allí podéis encontrar la caravana de Chuka Yatai.La calidad no se pierde aunque cocinen en una caravana, el ramen o los bao son deliciosos.