GASTRONOMIA DEL SIGLO XX : COCINA DEL BIENESTAR : SIMONE ORTEGA
SIMONE ORTEGA
La Guerra Civil le impidió estudiar una carrera, pero desde su juventud leyó mucho. Fue enfermera en San Sebastián antes de dedicarse a la puericultura en una clínica. En casa de los Garrigues conoció al que sería su segundo marido, el joven Ortega. Se casaron en 1949 y se instalaron en Madrid de dónde ya no se movió. Al casarse pasó a firmar con el nombre de Simone Ortega.
“----Tras años de trabajo en la cocina, con la colaboración de las cocineras de la casa, nació un volumen abotargado de 700 páginas con la habitual portada de Daniel Gil, una de las señas de identidad de la editorial Alianza, y dibujos del tamaño de cada cucharada cortesía de una amiga de la familia que muestran el obsesivo nivel de detalle con el que Simone concibió su trabajo. El objetivo, poder darle a alguien el libro y que fuese capaz de cocinar un plato sin saber nada de cocina.
Un libro que Simone, aclara en la introducción que se trata de recetas concebidas para mujeres (y muchas veces hombres). Mi madre tenía claro, quizá porque era francesa, que los hombres debían aprender a cocinar, recuerda Inés.
En 1987 Simone recibió el Premio Especial de Gastronomía. Enseñaba en un Instituto de Enseñanza Secundaria de Madrid y escribía sus libros de cocina.
Gracias a su personalidad, su libro fue el más vendido en la España democrática después de la Biblia y el Quijote. Se decía que el éxito del libro de 1080 recetas de Cocina, era que si uno seguía los pasos al 100% las recetas salían. Hermanó la cocina francesa y la española y se puso del lado de Ferrán Adrián cuando todos le atacaban.
José Ortega Spottorno, su marido, fue él quien tuvo la idea de 1.080 recetas de cocina. No le costó convencer a su esposa, pero sí al consejo editorial de la editorial, que arrugó el morro mientras murmuraban nepotismo o anatema, ante la posibilidad de que la mujer del presidente publicase el que iba a ser el libro más voluminoso de la colección. Y de cocina, nada menos.Se dice que Simone probó todas las recetas y si a la tercera vez no salían las eliminaban.
Ingredientes para 6 personas:
6 chuletas de cerdo de palo
1vaso y medio (de los de vino) de aceite
1/2 kgr de ciruelas pasas
1 vaso y medio (de los de vino) de vino tinto
1 vaso (de los de agua) de agua
2 palitos de canela en rama
2 cucharadas soperas de azúcar
1 cucharada sopera de fécula de patata o maizena
1 kgr de patatas nuevas pequeñas
50 gr de manteca de cerdo
1 cucharada sopera de perejil picado
sal y pimienta.
Preparación:
Ponemos las ciruelas pasas en remojo la noche anterior (o sea al menos durante 6 horas). Una vez remojadas, tiramos el agua del remojo y las ponemos en un cazo con el vino, la canela, el azúcar y el agua que las cubra justo lo necesario. Removemos todo bien y cocemos a fuego lento, destapadas, durante unos 20 minutos (tienen que estar blandas, pero sin abrirse). Las reservamos sin que se enfríen.
Salpimentamos las chuletas una hora antes de freírlas.
En una sartén derretimos la manteca de cerdo y ponemos las patatas peladas y lavadas para que se vayan dorando lentamente. Removeremos de vez en cuando para que se doren por todos los lados. Tardarán para que estén buenas de 35 a 40 minutos. Salamos y espolvoreamos con el perejil picado. Reservamos al calor.
En otra sartén ponemos a calentar el aceite y freímos las chuletas por tandas con fuego medio durante 5 minutos por cada lado, volviéndolas sola una vez para no endurecerlas.
Una vez fritas y bien doradas, las colocamos en la fuente donde las vayamos a servir con las patatas a un lado y las ciruelas pasas escurridas por el otro.
En la salsa de las ciruelas agregamos la fécula desleída con una cucharada sopera de agua fría (o maizena, algo menos de cantidad); revolvemos bien para espesar y calentar la salsa y la servimos en salsera aparte.