Hacía mucho tiempo que queríamos probar este restaurante de pasta fresca natural (como ellos mismos se definen), pero los fines de semana siempre estaban a tope. Ahora tienen un local más grande y hemos podido probar su rica comida.
El local está muy bien decorado. Tiene una terraza exterior y luego tiene 3 estancias diferenciadas en el interior.
En cuanto nos sentamos nos traen unos grisinis con aceite de oliva. Ni el pan ni el servicio están incluidos y cuesta 0,90 euros por persona.
Decidimos probar uno de los platos de pasta y el escogido fue macarrones con brecol, calabacín, berenjena y setas. Delicioso! (9,90 €)
Luismi que no se daba decidido por la hamburguesa, encontró una fácil solución en el plato "no puedo elegir". Tres mini hamburguesas distintas acompañadas de una ensalada (10,50 €)
De postre y dado que los platos nos habían dejado suficientemente saciados, nos pedimos una pizzeta con nutella, fresas y plátanos para compartir (5,50 €)
Deciros que nosotros fuimos un día entre semana y aunque era festivo local en la ciudad, no había demasiada gente, pero por lo que tenemos oído suele estar bastante lleno.
El precio total fue de 32 euros, incluyendo el pan y el servicio, 2 refrescos, 2 platos principales y 1 postre para compartir.