Cómo crear un pequeño lector

En este breve post, os voy a explicar mi experiencia propia con la lectura desde que soy pequeña. Sin tener unos padres muy aficionados a leer, hicieron que desde bien pequeña quisiera tener siempre un libro en la mano. Son muchas las veces que he oído que los niños son como esponjas y que absorben todo lo que ven hacer a sus padres, pues bien, está comprobado que los padres también pueden enseñar muchos otros valores sin necesidad de estarlos practicando constantemente para ello.

 Se puede inculcar a los más pequeños el hábito de la lectura de muchas formas, pero la más importante de todas es ser natural y tener los libros dentro de la rutina familiar. Por supuesto, nada de obligar a leer, ni tampoco exigir ciertas lecturas que creamos convenientes: el niñ@ debe elegir qué libro le llama la atención y los mayores entonces deben explicarle si ese libro se adapta a las necesidades de lectura de su edad o si por el contrario debe elegir otro de mayor o menor dificultad.

 Otros trucos que funcionan y que hacen que el niño se involucre en la lectura son:

• La lectura conjunta entre padres y niños. Ya que todos los días resulta un poco complicado por trabajo y demás responsabilidades de los padres, si que estaría bien tener un ratito a la semana estipulado de lectura conjunta entre padres/madres e hijos. Involucrarse en la historia que está leyendo el pequeño para que este tenga alguien con quien comentarla.
• Ir a librerías y ferias de libros como actividad familiar. Muchas veces las familias acuden a centros comerciales, bien a comprar o ir al cine. El objetivo es que acudan también a las librerías con los niños para que de forma conjunta puedan elegir futuras lecturas y ver qué novedades se han publicado recientemente. Los libros para niños tienen portadas muy coloridas y algunos hasta texturas o sonidos, por lo que pasar un rato en la sección infantil de una librería puede convertirse en un gran juego para los niños. Respecto a las ferias de libros, aparte de adquirir alguna novela para los más pequeños, siempre suelen haber encuentros con autores o talleres didácticos que pueden resultar muy interesantes y divertidos para toda la familia.

En definitiva, es saber mostrarle al niñ@ con naturalidad que el libro en sí puede ser un gran aliado y otro juguete más con el que pasar su tiempo libre, aprendiendo y disfrutando. Y porque no, hacerlo en familia también. Conmigo funcionó.

Escrito por ” Hikari: El Torreón de Hika “