Bien sabían nuestras abuelas y madres que, un chorrito de vinagre a ciertas carnes,sobre todo, al conejo, le iba de maravilla y sabemos que, a veces, " todo está inventado". Ellas, generalmente, ellas,sabían ya hacer una salsa agridulce sin piña ni ketchup,bastaba un caramelo ligero con azúcar y un poco de vinagre.
Yo , en vez de esto, he querido aprovechar la dichosa crema de vinagre balsámico que anda por la nevera y , como tiene un toque de trufa, no le ha venido nada mal a este guiso de conejo que pide sabores a tierra, bosque y a cosas de toda la vida.
Es un guiso castellano, un guiso casero, de los traducionales.
Ingredientes
- Un conejo troceado
- Una cebolla
- Un diente de ajo
- Una hoja de laurel
- Una rama de tomillo
- Dos vasos de vino tinto
- Dos vasos de agua
- Sal
- Pimienta
- Aceite de oliva
- Una puntita de harina
- Pasas
- Piñones
- Un chorro de crema balsámica de Módena a la trufa
- Salpimenta el conejo y trocear.
- Corta la cebolla en pluma.Pon las pasas a remojo.
- Templa en un cazo el vino,el vinagre la cebolla, el ajo, el laurel y el tomillo.Viértelo sobre el conejo y dejar marinar , al menos, media hora.
- Saca el conejo del marinado, sécalo un poco,enharina y dóralo en una cazuela ancha y baja junto con la cebolla y el ajo.
- Añade el vino con las hierbas y deja evaporar.
- Incorpora el agua y cuece a fuego medio y tapado durante 45 minutos.
- Pasado el tiempo, agrega el chorro de la crema balsámica de trufa,las pasas y los piñones y cuece cinco minutos más.
- Puedes sustituir la crema balsámica por un caramelo hecho con azúcar y agua al que añadirás un chorro de vinagre.Lo que no tendrás será el aroma de trufa.