No es nada fácil ser una estrella universitaria y saber que tu futuro no es la NBA. Y no precisamente porque no sea tu sueño y alguna razón de fuerza mayor en forma de lesión te lo impida. Simplemente es "lo que dicen". A veces cumples tu ciclo universitario con números de máximo anotador, reboteador o el mejor pasador y ni siquiera entras en los planes de los General Manager de la NBA. Pero sabe aún peor cuando tus años del College los has pasado siendo el líder de algún equipo encuadrado en alguna Conferencia "Major". Puedes cumplir tu ciclo universitario de cuatro años con grandes estadísticas en algún programa de gran prestigio en la NCAA, acercar lo máximo posible a tu equipo a tocar la gloria (incluso alcanzarla) y eso no es válido. Lo peor es que en ocasiones lo sabes desde que te reclutaron. "Serás una gran estrella universitaria, pero no estás hecho para la NBA". Y ese es el sueño de tu vida.
Esta semana se ha anunciado por parte de varios clubes europeos las contrataciones de algunos jugadores de glorioso pasado universitario. Dos de ellos me sorprenden por compartir un pasado común. Russell Robinson y Sherron Collins fueron campeones universitarios en 2008 con los Kansas Jayhawks. Collins aún era un sophomore que ejercía como base suplente de Chalmers y el propio Robinson, un "combo-guard" especialista defensivo con fama de gran trabajador. Ni Collins en 2010 ni Robinson en 2008 fueron seleccionados en el Draft.
El caso más sangrante es el de Collins. Formó parte del mejor equipo de novatos de la Big-12 en 2007, en el año del campeonato fue el mejor Sexto Hombre de su Conferencia siendo Sophomore, en su año junior lideró al equipo en puntos, asistencias y minutos de juego, formó parte del mejor quinteto de la Big 12 y estuvo en el segundo y tercer mejor quinteto de la Nación para distintos ránkigs. Su año senior sería el de su confirmación; formó parte de nuevo del mejor quinteto de la Big 12 e incluso fue finalista en el John Wooden Award con Evan Turner (ganador), John Wall, Wes Johnson y Da'Sean Butler. En la pasada ceremonía del Draft el jugador con más victorias en la historia de la Universidad de Kansas no oía su nombre. Como tampoco les pasó a Dennis Clemente o Scottie Reynolds. Demasiado bajitos para jugar en la NBA. "Ya lo sabía", dirían muchos analistas.
Tyler Hansbrough y Luke Harangody jugaron su carrera universitaria en dos grandes programas como North Carolina y Notre Dame. Sobre "Psycho-T" decían que sólo anotaba puntos porque nunca pasaba un balón y recibía muchas faltas, como si eso fuera algo por lo que pedir perdón. Viendo sus estadísticas universitarias te tienes que echar las manos a la cabeza: 20'3 pts, 8'6 rebs, 53 % en tiros de campo y casi un 80% en tiros libres. Fue Campeón en 2009 con los Tar Heels y nombrar todos sus reconocimientos aburriría a cualquiera. Un dato: sólo él y Rodney Monroe (North Carolina State) han jugado cuatro años y han promediado más de 20 puntos en la ACC. Recordad jugadores que hayan jugado en esa Conferencia y se entiende el mérito de esa cifra. Tuvo suerte al caer hasta un puesto de Lotería del Draft en 2009 porque muchos lo colocaban en una Primera Ronda baja o Segunda Ronda. "Tiene cuerpo de tres y pretende jugar al poste, no tiene tiro exterior y en la NBA no le pitarán tantas faltas". Las lesiones no le han dejado callar bocas.
La misma historia que oía Luke Harangody cada final de temporada. En su año sophomore ya fue Mejor Jugador de la Big East, pero sabía que debía cumplir su ciclo universitario porque jugadores como él no son carne de Draft. Con cuatro años de experiencia en Notre Dame tendría más oportunidades de entrar en el Draft, y si eso no ocurría, la experiencia y disciplina que otorga completar el ciclo le podrían abrir las puertas en las Summer League. Aún hubo gente que no entendía que los Celtics le draftearan en el puesto 52. "Veremos si finalmente ocupa un puesto en el roster. Tendrá que adaptarse al puesto de alero, mejorar su tiro de tres y hacerlo muy bien en las Ligas de Verano": 16'6 pts, 6'8 rebs y 9 de 18 en triples. Su actuación en Las Vegas le ha abierto las puertas de los Boston Celtics y de la NBA de momento. Sus promedios de casi 20 puntos y 10 rebotes en Notre Dame no.
La cantidad de nombres en la misma situación que Collins, Hansbrough o Harangody nos evocan a grandes momentos de NCAA, pero difícilmente lo harán en NBA: JJ Reddick o Jason Kapono siguen luchando por quitarse su fama de "sólo sabe tirar estando solo" y demostrar por qué tuvieron esas grandes carreras universitarias, Scottie Reynolds, Jon Scheyer, Jason Richards... Sabían que los "gurús" los colocaban fuera de la NBA, pero es difícil verte ser uno de los más grandes en NCAA y que tu sueño probablemente nunca se cumplirá, aunque siguen intentándolo.