Este plato es una combinación de carne de pollo, ya cocinada, a la cual se le añaden hierbas aromáticas, especias -la más destacada es el curry, de ahí su color amarillo- y una salsa a base de mayonesa. Es muy popular en el Reino Unido tomarlo en sándwich o bocadillo, aunque también como parte de una ensalada, tacos, wraps o acompañado de arroz, en definitiva es un plato muy versátil y muy fácil de preparar.
En ocasiones se puede encontrar como relleno de empanadas, tartaletas o como parte del relleno de un quiche.
Una de sus grandes ventajas es que lo puedes preparar con antelación y utilizarlo en el momento que lo necesites, además es idóneo para cualquier picnic.
Yo he tomado como referencia la receta de Nigella Lawson, pero con algunas pequeñas modificaciones para hacerla cetogénica.
Sofreír la cebolla con un poco de aceite, cuando esté transparente añadir el tomate y el curry en polvo. Poner toda la mezcla a fuego lento para que se integren todos los sabores (unos 5 minutos).
Retirar del fuego, añadir el limón, la mayonesa y la confitura, mezclar todo bien. Reservar.
Desmenuzar el pollo (Si no se usan restos de pollo, hacer las pechugas a la plancha y trocear) y mezclarlo con los frutos desecados. Verter sobre él la salsa y mezclar hasta que se integre.
Añadir los frutos secos troceados y mezclar de nuevo.
Dejar enfriar y presentarlo a elección, yo lo he puesto con ensalada de escarola y en los panecillos de quesos que hice el otro día.
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