Ingredientes (4 personas)
- 8/10 costillas de cerdo (adobadas o frescas)
- 4 patatas medianas
- 4 alcachofas
- 1 zanahoria (opcional)
- 1 cebolla picada
- 1 diente de ajo picado
- 1 tomate maduro rallado
- 1 hoja de laurel
- Medio vaso de vino blanco
- 400 ml de agua (aproximadamente)
- 1 cucharadita de pimentón
- Aceite de oliva
- Sal
Una vez al año, mi madre compra costillas en cantidad, las adoba, las fríe en aceite y luego las envasa en estos tarros tan apañados. Además tengo la suerte de que siempre me cae alguno y puedo hacer este rico guiso que llevo comiendo desde que era una niña. Ahora os explico como adoba mi madre las costillas:
- Adobar la carne con limón, sal y pimienta
- Mantener durante 8 días, dándoles la vuelta de vez en cuando.
- Freír en aceite (puede ser de girasol) y dejar enfriar.
- Rellenar los tarros, con cuidado de que las costillas queden bien cubiertas.
- Poner una olla al fuego y calentar las costillas. Sacar y reservar en un plato.
- En la misma olla, añadimos un poco de aceite de oliva y pochamos la cebolla y el ajo picados. Sazonamos y a continuación añadimos el tomate natural rallado. Cocinamos hasta que se absorba todo el líquido de tomate.
- Mientras se hace el sofrito, pelamos la zanahoria y la partimos en rodajas finas y arreglamos las alcachofas(quitar hojas exteriores y tallo) y las partimos en trozos.
- Añadimos la hoja de laurel, la zanahoria (opcional) y las alcachofas. Mezclamos e incorporamos también las patatas peladas y en trozos. No hay que partirlas del todo, hay que cascarlas para que suelten el almidón en el guiso.
- Agregamos el pimentón y mezclamos. Regamos con el vino blanco y transcurridos un par de minutos, incorporamos el agua. Cuando empiece a hervir, añadimos las costillas. Sazonamos y cocinamos durante unos 40 minutos.
- Dejar reposar unos minutos y servir el guiso caliente.
Se puede añadir más agua si fuera necesario.
Podemos sustituir las alcachofas por judías verdes.