Hoy os propongo una deliciosa y sencilla crema de champiñones.
Cuando llego a casa, me gusta tener preparada la comida y no pararme mucho.
Trabajo fuera, y si no tengo nada preparado, termino comiendo a las cuatro de la tarde, así que todas las noches procuro dejar el almuerzo listo.
Por eso entre semana siempre tiro de potajes, guisos y platos que pueda preparar con antelación, como esta crema de champiñones, que sólo tengo que calentar y listo.
Puedes hacerla con los hongos que más te gusten: setas, champiñones comunes, portobello, setas de cardo… o una mezcla de todas, porque cada variedad le va a dar un sabor especial.
Pero el toque de queso rallado y los tropezones de los champiñones al ajillo son increíbles, y sobre todo, ese chorrito de aceite de oliva virgen extra, de cosecha temprana, que al caer en la crema caliente, desprende unos aromas irresistibles. No dudes en acabar tus cremas con él, porque vas a notar la diferencia.
Cómo preparar una deliciosa crema de champiñones, paso a paso:
Ingredientes (4 personas):
- 500 g de champiñones (puedes elegir los que más te gusten, o una mezcla de ellos)
- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1/2 cucharada de polvo de ajo o 1 diente de ajo pequeño, machacado
- 1 cebolla
- 4 cucharadas de harina
- 1 l de caldo de pollo
- pimienta negra
- 1 pizca de polvo de guindilla (opcional)
- queso curado rallado
- perejil
- Un chorrito de aceite de oliva virgen extra, para servir
- Unas tostadas de pan con ajo, aceite y perejil, para acompañar
Preparación:
Pica 4 champiñones limpios y trocéalos pequeñitos.
En una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra, echa el ajo machacado y antes de que empiece a dorarse, añade los champiñones picados. Cuando comiencen a soltar agua, incorpora un par de cucharadas de vino blanco y deja reducir. Aparta del fuego y reserva.
En la misma sartén, echa cuatro cucharadas más de aove e incorpora la cebolla cortada en juliana.
Cuando esté transparente, vuelca el resto de champiñones limpios y troceados. No es necesario que sean trozos pequeños, ya que después se van a triturar.
Dale unas vueltas para que se sofrían un poco, y echa la harina. Remueve para que se vaya friendo un poco y no sepa después a “cruda”.
Incorpora el caldo de pollo, la pimienta y el polvo de guindilla, y deja que hierva unos minutos, para que “engorde” un poco. Tritura bien para que quede fino.
En el momento de servir, pon en cada plato una cucharadita de los champiñones al ajillo que teníamos reservados, y ralla por encima un poco de queso curado.
Sirve con un hilo de aceite de oliva virgen extra y acompaña con unas tostas de pan con ajo untado y aceite.
Para seguir calentándote el cuerpo, nada mejor que esta Crema de calabaza con curry y jengibre, esta Crema de cebolla a la cerveza, o esta Crema de marisco con almendras, todas muy fáciles de preparar. ¡QUE APROVECHE!
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