Crítica de cine: Noche y día

    
Espejito, espejito ¿Quién es el caballero más guapo de reino?. 

Nota: 4
Lo mejor: Cameron Diaz, a la que nunca deberían dejar salir de la comedia.
Lo peor: en ocasiones parece que Tom Cruise tiene superpoderes. De verdad.
Noche y día es munición de primera para los detractores de Tom Cruise y el ejemplo perfecto de lo mal que está conduciendo su carrera. Se trata de una película que sigue a rajatabla la fórmula del blockbuster de la que el actor fue icono indiscutible hace apenas una década. El problema es que entre placentas y sofás la proyección de Cruise está muy lejos de alcanzar esas cotas y seguir interpretando al listo de la clase queda tan egocéntrico como superficial, pero lo que es más grave, también resulta poco creíble. 
Sin animo de convertir esta crítica en un Juicio Final al actor -que ya llegará-, no hay que dejar de lado que su presencia es el principal agujero negro por el que se escapa toda la chispa que podría tener la típica cinta veraniega de espías con argumento simplón y ritmo endiablado. No es que se encuentre en mala forma física o que su innegable talento interpretativo haya desaparecido. Simplemente ya no nos cae tan bien como antes. Ha pasado de ser la estrella más grande de todos los tiempos a ser un tipo extraño y oscuro que se hace incómodo en papeles tan enfocados a su propio lucimiento. 

Y es que esta Knight and Day podría tratarse perfectamente de la nueva entrega de Misión Imposible con solo cambiar dos párrafos de su guión (literalmente). Cruise ha perdido toda la valentía y empuje que le llevó a brillar en cintas como Nacido el 4 de julio o Magnolia y sólo aparece en productos confeccionados a su medida, una horma que por desgracia se le ha quedado demasiado grande. 
Su superespía se acerca más a un robot al que le han programado el "pack de chistes-Spiderman de acción" para relajar las escenas de violencia. Lo mismo sucede con su relación con Cameron Diaz, que si por momentos parece tener química es gracias a la desenfadada labor de la rubia, que tras un par de desastres como las inefables The Box o Algo pasa en Las Vegas por fin ha encontrado un rol donde desatarse agusto. Aunque también puede ser porque se pasa media película más pedo que Alfredo. Y no es broma. 

Tampoco hay que ocultar que la trama es excesivamente plana incluso para este formato tan simple. Nos presentan a una chica que tiene la mala suerte de colarse en un enfrentamiento entre un espía fugitivo y la agencia que lo persigue para después pasearnos por el mundo con la excusa de su huida. Una idea estupenda para promocionar la película por todo el globo pero que a diferencia de lo que sucede en la saga Bourne no sirve absolutamente más que para evitar que el metraje se haga repetitivo. 
Tampoco es que se trate de un engendro siempre y cuando no soportes al actor, pero da cierta lástima comprobar como un realizador tan prometedor como James Mangold se presta a este trabajo de mercenario y sobretodo ser testigos de la caída en picado del antaño chico de oro de Hollywood. Hoy en día las modas cambian rápido y cualquiera puede darle una vuelta a su proyección en un par de meses así que no dudo que volveremos a ver al mejor Cruise tarde o temprano. Esperemos que no tengan que pasar muchas noches y días como esta para que llegue el momento.