Revista Cine

Crítica de cine: 'The Babadook'

Publicado el 18 enero 2015 por Lapalomitamecanica
El sueño de la razón produce monstruos
Crítica de cine: 'The Babadook'Nota: 7
Lo mejor: rompe con el mito de la maternidad como algo idílico.Lo peor: quizás no sea lo suficientemente terrorífica-
Alabada por el mismísimo William Friedkin (El Exorcista), llega The Babadook, una fábula estilizada que demuestra el dominio de los espacios cerrados y claustrofóbicos. Al igual que en Monster (2005), el cortometraje de la misma directora en el que se basa, la eficacia de sus primeros minutos familiarizan rápidamente al espectador con los protagonistas de la historia: Samuel (Noah Wiseman), un niño acribillado por las pesadillas, su madre, Amelia (Essie Davis), que duerme poco, la rutina obligada de comprobar con él que debajo de la cama y dentro del armario todo está en orden, la intuición infantil que percibe un monstruo acechando ("yo mataré al monstruo cuando venga") y su promesa de protección. Y, sobre todo, la aparición repentina de un extraño libro rojo. Ya desde el arranque y sin necesidad de recurrir al prometido Babadook, se consigue transmitir el nerviosismo y crispación a plena luz del día. Primeros planos del niño encaramado a un columpio o gritando en el coche contribuyen a acrecentar un malestar que se propaga sin motivo aparente. Por ello, tras el misterioso hallazgo en casa de un cuento titulado The Babadook y su posterior lectura, el desasosiego se abre paso hasta derivar en un ambiente que raya la psicosis. La directora afianza los cimientos de su relato a través de la atmósfera, en la que inserta un subtexto que explora sin remilgos la difícil experiencia que supone ser madre soltera.

Un niño que requiere demasiada atención ("¡No funciona si no me miras!"). Una madre superada por las circunstancias, incapaz de celebrar el cumpleaños de su hijo. Ambos advierten perfectamente el rechazo que generan a su alrededor. Todo ello sumado a la incomprensión de una hermana egoísta, los terrores nocturnos y a la falta de sueño, da lugar a un relato sólido y bien construido. Las ojeras y el desgaste van trastocando cada vez más la rutina de madre e hijo y la tensión va escalando incluso antes de que el monstruo haga acto de presencia por primera vez.

Crítica de cine: 'The Babadook'Pues el Babadook no es más que la personificación de un trauma. Del dolor de una pérdida que eclipsa todo. Es el espejo de un duelo que ya está durando demasiado tiempo, que ni siquiera los trucos de magia de Samuel parecen romper. La soledad y la culpa invaden el hogar y se materializan en el monstruo, alimentando su silueta Murnaniana. Así, la imposibilidad de distinguir entre vigilia y realidad dan lugar a que el miedo y la imaginación se fusionen y Amelia termine presenciando al Babadook hasta en los cortometrajes de Georges Méliès y Segundo de Chomón.Jennifer Kent demuestra técnica. No le hace falta recurrir a golpes de sonido ni a sustos fáciles para mantener la tensión. Bien rodada, la realizadora hace uso de una paleta de azules y grises para enmarcar los espacios grandes y desangelados de una casa en la que reina el desafecto. La ópera prima de la australiana fluye con elegancia y estilo por caminos ya transitados previamente por muchos otros, ganándoles terreno a cintas como Mamá (2013, Andres Muschietti) y The Conjuring (2013, James Wan), que a su lado palidecen quedando en simples formulaciones de género sin demasiado fondo.

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