Revista Cine
Nuestros amigos de Sensacine nos dieron la oportunidad de asistir al preestreno de la nueva película de Ben Stiller. "La vida secreta de Walter Mitty" es un remake del film de Norman Z.McLeod, estrenado en 1947, y supone el regreso a la dirección del conocido actor americano. Esta historia que mezcla fantasía y realidad nos ha sorprendido gratamente gracias a su inocente y bienintencionado mensaje.
Posiblemente el gran público conozca a Ben Stiller por su labor actoral en películas cómicas como "Algo pasa con Mary" ó "Los padres de ella" y en comedias románticas como "Y entonces llegó ella", pero muchos desconocen su faceta en la dirección. Y posiblemente esta labor sea la que más ha valorado la crítica con títulos inolvidables como "Reality bites", "Zoolander" ó "Tropic Thunder".
En esta ocasión este polifacético artista neoyorquino dirige e interpreta "La vida secreta de Walter Mitty", la historia de un hombre tímido, retraído, poco relacionado socialmente que trabaja en una editorial revelando imágenes de un misterioso aventurero (Sean Penn). Le gusta imaginarse en situaciones insólitas destacando por su heroicidad o riesgo y , sobre todo, vive ilusionado por enamorar a una chica llamada Cheryl (Kristen Wiig).
Aunque a la película le cuesta arrancar, el resultado final es emotivo, intenso y muy navideño. Su afán por llevarnos al mundo de la fantasía, allá donde todos podemos llegar a vivir una aventura, es loable y se agradece. Estas fechas requieren de títulos como éste, donde podamos creer que todo es posible y nuestros sueños se conviertan en realidad.
La pareja Stiller-Wiig funciona muy bien. Hay química entre ellos y, aunque su historia de amor no englobe el grueso del metraje, no perdemos en ningún momento la sensación de vivir una bonita y realista relación. También funciona otra pareja más sorprendente, la que encarnan Ben Stiller y Sean Penn, que irradia amistad y, sobre todo, respeto mutuo.
En definitiva, una entretenida comedia para toda la familia que lanza varios mensajes positivos y alguna reprimenda social. La crítica al lado más deshumanizador de la empresa es devastadora, utilizando a los trabajadores como puros números e interesados únicamente en su posición en el mercado. Donde todo huele muy mal, siempre hay un ser humano dispuesto a darte un abrazo y animarte para alcanzar tus sueños.
José Daniel Díaz
Posiblemente el gran público conozca a Ben Stiller por su labor actoral en películas cómicas como "Algo pasa con Mary" ó "Los padres de ella" y en comedias románticas como "Y entonces llegó ella", pero muchos desconocen su faceta en la dirección. Y posiblemente esta labor sea la que más ha valorado la crítica con títulos inolvidables como "Reality bites", "Zoolander" ó "Tropic Thunder".
En esta ocasión este polifacético artista neoyorquino dirige e interpreta "La vida secreta de Walter Mitty", la historia de un hombre tímido, retraído, poco relacionado socialmente que trabaja en una editorial revelando imágenes de un misterioso aventurero (Sean Penn). Le gusta imaginarse en situaciones insólitas destacando por su heroicidad o riesgo y , sobre todo, vive ilusionado por enamorar a una chica llamada Cheryl (Kristen Wiig).
Aunque a la película le cuesta arrancar, el resultado final es emotivo, intenso y muy navideño. Su afán por llevarnos al mundo de la fantasía, allá donde todos podemos llegar a vivir una aventura, es loable y se agradece. Estas fechas requieren de títulos como éste, donde podamos creer que todo es posible y nuestros sueños se conviertan en realidad.
La pareja Stiller-Wiig funciona muy bien. Hay química entre ellos y, aunque su historia de amor no englobe el grueso del metraje, no perdemos en ningún momento la sensación de vivir una bonita y realista relación. También funciona otra pareja más sorprendente, la que encarnan Ben Stiller y Sean Penn, que irradia amistad y, sobre todo, respeto mutuo.
En definitiva, una entretenida comedia para toda la familia que lanza varios mensajes positivos y alguna reprimenda social. La crítica al lado más deshumanizador de la empresa es devastadora, utilizando a los trabajadores como puros números e interesados únicamente en su posición en el mercado. Donde todo huele muy mal, siempre hay un ser humano dispuesto a darte un abrazo y animarte para alcanzar tus sueños.
José Daniel Díaz
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