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Crítica: Un Monstruo Viene a Verme (2016)

Publicado el 11 octubre 2016 por Cineenlosgenes @cineenlosgenes

Hola de nuevo a todos, la larga espera ha llegado a su fin y os traemos la crítica de Un Monstruo Viene a Verme.

Crítica: Un Monstruo Viene a Verme (2016)

Desde que Rocío me hablo del libro, no he podido parar de pensar en ella y, pese al temor de las expectativas generadas, fui con unas ganas inmensas a verla. Además, he tenido el placer de verla con el gran director en la sala (gracias a quien lo hizo posible desde aquí).

Hemos sido bombardeados por todos lados con el tráiler y resto de anuncios sobre la película, ya que desde luego Mediaset sabe generar ganas de ver algo, como si fuera necesario más información. Para aquellos que no sabéis qué vais a ver aquí la sinopsis:

Tras la separación de sus padres, Connor, un chico de 12 años, tendrá que ocuparse de llevar las riendas de la casa, pues su madre está enferma de cáncer. Así las cosas, el niño intentará superar sus miedos y fobias con la ayuda de un monstruo, pero sus fantasías tendrán que enfrentarse no sólo con la realidad, sino con su fría y calculadora abuela.

Un director tan joven que ha conseguido tener un elenco magnífico en sus tres películas es uno de los reflejos de que está destinado a ser grande, más de lo que lo es ahora claro está. En este caso dirige a pesos pesados, como la reciente premio Donosti,

Crítica: Un Monstruo Viene a Verme (2016)
J.A. Bayona cierra lo que todos los entendidos de la industria consideran, y el mismo afirma, su triología sobre relaciones Madre/Hijo. Sigourney Weaver como una fría abuela british, a un Liam Neeson como el monstruo (desde luego, la altura ya la tenía para ello). Y Felicity Jones , que tiene el difícil papel de la madre de nuestro protagonista, una mujer que ve cómo se le agota el tiempo. Como ya hiciera con Tom Hollandy Lo Imposible (2012), Bayona y su equipo nos descubren un prodigio interpretativo con la presentacion al mundo de Lewis MacDougall. La capacidad de nuestro protagonista de transmitir la desesperación, frustración, el miedo o el cansancio, hace que desde aquí os animemos a seguirle la pista en un futuro.

Bayona siempre recalca, y creo que deberían hacer todos los directores, que el mérito de las cosas bien hechas no es solo suyo, que es gracias al gran equipo que tiene detrás. Todos nos quedamos maravillados con los movimientos del monstruo, ya estamos acostumbrados al Motion Capture pero en este caso tiene una dificultad añadida, como es todas las ramas, su movimiento independiente del que está formado el mismo: crece, destruye, se enfurece y eso son horas y horas de trabajo y esfuerzo para que nosotros sintamos como se desquebraja todo. Es una gran adaptación de las ilustraciones de Adam McKay para el libro original. En este caso, Bayona ha contado con la fortuna de que el guionista sea el autor del libro que narra esta fantástica historia, y es que así seguro que la novela de Patrick Ness tiene todos los detalles que son imprescindibles.

La música de Fernando Velázquez es acorde a lo esperado, ayudando a que sea todo aún más mágico. La fotografía de Óscar Faura nos ayuda sentirnos parte de la historia con esos tonos verdes y azulados que se van transformando a cálidos amarillos en los instantes de fantasía. Como apunte algo negativo diré que el rol de Toby Kebbell como padre ausente de Connor debería aportar mucho más de lo que hace realmente, supongo que la causa es que Bayona se centra mucho más en la relación madre-hijo, o que esa ausencia desluce el papel.

Todo el mundo habla de la relación de Connor con su madre pero hay otra relación importante en esta historia y es la de madre/hija. Una aparentemente fría

Crítica: Un Monstruo Viene a Verme (2016)
Sigourney Weaver ve ante sus ojos, como su hija es consumida dia a día, y se empeña en no ser ayudada por ella, tachándola de dura. Pero incluso en esa dureza y desesperación podemos ver cómo en el fondo posee un amor infinito por su hija y por su nieto, aunque no sean la pareja perfecta.

Y a partir de aquí y hasta la Claqueta Cinegenetica escribiré cosas con así que si aún no la habéis visto parad ahora de leer.

Las tres historias que viene a contarle el monstruo a Connor a cambio de que este le cuente al final su pesadilla, retratadas en forma de dibujos de acuarelas oscuras y como si realmente Connor las viera dibujadas en papel me impresionó.Porque pese a que me recordó mucho a la historia de los tres hermanos que vimos en Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, creo que para representar una fábula es el método más acertado. Desde luego para mí es el mejor acierto de toda la historia junto con el hecho de que nuestro pequeño protagonista pinte, dibuje, para evadirse de la realidad que posee y de rienda suelta a su imaginación y de paso a la nuestra.

La pesadillas recurrentes de nuestro protagonista no auguran un final muy feliz, con una espectacularidad justo en la primera escena, lo que se traduce en que estés en tensión en todo momento. Creo que toda la sala intentábamos mandarle fuerzas a Connor para que no deje escapar la mano de su madre. Aunque en el fondo no estamos siendo conscientes, como un secreto a voces, que el no puede más. Todos a su alrededor dicen que esta cansado, o que lo parece, pero en realidad es algo más emocional que físico.

Crítica: Un Monstruo Viene a Verme (2016)
Considero que cuando en una familia hay una situación similar a la que nos retratan en esta historia, acostumbramos a no pensar en el cansancio de la familia alrededor del enfermo, en como los niños dejan de serlo de golpe. No pensamos del todo en que,a fin de cuentas, maduran de golpe pero no del todo. Como toda historia está también tiene una moraleja, en este caso más de una tal y como nos enseña el gigante en sus tres historias, pero no solo para Connor sino para cada uno de los espectadores de la sala, a todos creo que nos hace pensar la historia de reyes y brujas, príncipes y dragones, boticarios y sacerdotes.

Desde luego los adultos también necesitamos que nos cuenten historias de vez en cuando y Bayona sabe que el cine es el mejor vehículo para ello.


Puede que el tercer acto de la historia sea demasiado lacrimógeno, pero es inevitable en esta historia, por mucho que a alguno le pese. Reconozco que saqué más de una lagrimita y es que es toca esa parte sensible sobre todo con frases de esas que permanecen en nuestra memoria.
Esta visto que hay cosas peores que ser invisible, como bien nos dice nuestro Monstruo. Y si, digo nuestro, porque creo que todos hemos pensado en él cuando vemos las 12:07 en nuestros relojes.

Desde luego los adultos siempre hemos soñado en perder el control como nuestro protagonista y destrozar algo, pero me da pena el reloj de la abuela, entiendo la furia y el descontrol y lo que se nos intenta transmitir.

Y si lo que sufre en casa Connor no fuera suficiente encima el bullying, tan a la orden del dia y a la vez un problema de siempre. Aunque en realidad en parte Connor busca ese dolor físico para sentir algo, en cada puñetazo que recibe de sus compañeros siente que no es invisible.

Si con mis entusiastas palabras no os he animado a ir al cine a verla, solo me queda poneros el trailer:

Porque esta película puede que no sea ni buena ni mala, este en un punto intermedio como en realidad estamos todos. Me despido de vosotros deseándoos que a las 12.07 venga Un Monstruo a Veros para ayudarnos con nuestros miedos más profundos. Sigamos disfrutando de la magia del cine


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