Vivir en una ciudad grande tiene como beneficio el poder disfrutar de este tipo de películas, puesto que es una desgracia para muchos no poder disfrutar como yo de esta película en pantalla grande.

Es la cuarta película de la productora Laika y esta vez se pone al frente del proyecto, como director, Travis Knight el mismísimo director de la productora. Nunca antes había dirigido y sinceramente jamás diríais que es un productor el que se encuentra al frente, más bien lo definiría como un niño grande al que le han dado el caramelo que deseaba y supera con creces las expectativas, no se si fue porque quería realizar él mismo el proyecto o por ahorro en el presupuesto y el quebradero que supone encontrar un buen director, lo cierto es que su labor es más que notable.

Claro esta que debe ser por la gran compañía que tiene detrás, creo que el gran acierto de Laika es tener a los grandes especialistas de stop motion y de la animación en general unido al guión de Marc Haimes junto con guionista también de El Alucinante mundo de Norman (2012). Se basaron en una historia de Shannon Tindle , creador de L os mundos de Coraline (2009) y el propio Haimes.
Con el cuarto largometraje de esta productora lo que nos ha demostrado claramente es que ha venido para quedarse como uno de los referentes de la animación. Está claro que siempre va a estar a la sombra, o eso nos quiere vender, de los grandes como Pixar, pero considero que no sea tan pretenciosa como ésta, o que sea algo más pequeña solo demuestra que si continúan haciendo un trabajo de calidad, siempre habrá quien esté dispuesto a apostar por sus proyectos.
Como atractivo para aquellos que hagan el visionado en V.O. podrán escuchar la voces de la cremme de la cremme como son Matthew McConaughey, Charlize Theron y Ralph Finnes.
La historia de Kubo sabe mezclar a la perfección aspectos de la cultura nipona folclórica que tanto nos engancha a los occidentales, como aspectos de la nuestra que ayudan a vernos reflejados en los problemas que le suceden al propio Kubo.
El hecho de que Kubo sea un perfecto fabricante de me parece un símil más que probable de la labor de los escultores del stop motion. La fabricación de dichas figuras de papel asemeja a las figuras que se crean para este tipo de películas, y que gracias a la magia, del cine o de la que proyecta Kubo con su shamisen, éstas cobren vida es lo que desde un primer momento me pareció toda una reseña a la labor de los artesanos de este tipo de animación.
Desde luego la historia y la moraleja que nos quiere enseñar Laika con esta película, no es algo que los más pequeños de la casa vayan a absorber de primeras, pese a que los adultos vamos a admirar cada vez que a Kubo se le mueve un pelo, toca la guitarra o Mona mueve un músculo implica que hay otro fotograma, es lo que la hace tan adorable, estás viendo la historia, como los origamis se mueven rápidamente y sin querer piensas en la labor que hay detrás de ello pero hasta que los pequeños de la casa no crezcan un poco no la van a saber valorar.
Aquí os dejo un vídeo de la maravilla, todo el trabajo que existe detrás de cada plano y cada escena.
La aventura que emprende Kubo en busca de tres piezas mágicas (espada, armadura y casco) para derrotar al malo de turno, necesario en todas las historias, es solo un pretexto para hablarnos, con mucha acción,de los aspectos que realmente son el viaje de nuestro personaje hacia la madurez.
La película nos habla realmente de aspectos ásperos de la vida, cosa que ya es marca de los magos del stop motion de Portland, y lo hace a través de reflexiones de lo más elocuentes sobre los roles familiares, la pérdida de seres queridos, el poder de la memoria o la búsqueda incesante de todo ser humano de una identidad.
Kubo no busca una espada, una armadura y un casco de su padre ausente sino que, en realidad en su viaje debe encontrar el valor, la protección y la sabiduría para enfrentarse a sus miedos más oscuros puesto que ésta aventura en realidad es el viaje de niño a adulto de nuestro héroe eso sí acompañado por una mona protectora y el escarabajo samurái.
Como os llevo comentando toda la entrada, se genera en la trama muchas reflexiones sobre todo para los adultos. Os pondré un ejemplo claro, así que aquellos que sois anti


Por otro lado, el hecho de que el escarabajo samurái tenga problemas para recordar quién es pero a la par sepa que debe ayudar a Kubo y Mona, lo veo como un reflejo de que pese a que se recuerden las cosas o no, hay cosas que se realizan desde lo más profundo de nuestro ser sin saber la causa o recordar el por qué, pero aún así sabemos que debemos hacerlo.
Lo único que personalmente mejoraría es el final de la película, demasiado previsible y con un último acto muy expectacular artísticamente pero en cuanto al guión es de lo más previsible. Supongo que es una queja de persona adulta porque es normal que las películas de animación, incluso las más adultas siempre suelen tener un final de este tipo.
La pelea final frente al malvado me recordó creo que en exceso a El Niño y la Bestia no sé si será solo cosa mía.
Creo que lo digo simplemente por comentar algo a mejorar, considero que la película es toda una maravilla pero como me han enseñado que, la perfección no existe, he de buscar algo que se podría mejorar.
Os dejo con el trailer de esta historia de un niño que cuenta relatos con origamis, y estos cobran vida, una forma de lo más particular de contar leyendas y a fin de cuentas dejar al expectador con la boca abierta, como a nosotras películas así nos la deja al salir del cine.
Me despido de vosotros animándoos a ir al cine a verla, que no solo Pixar o Disney merece que los adultos apostemos por ir a ver animación. Tal y como dice nuestro protagonista: Si pestañeáis os la perderéis
