La verdad es que esta es una receta que me parecía imposible de hacer, es de esas piezas de bollería clásicas que me parecían inalcanzables, hasta que, el libro de bollería de Xavier Barriga me abrió los ojos, he probado y la verdad, un éxito total.
Para nada es difícil, únicamente requiere una harina de buena calidad, una mantequilla rica y paciencia para respetar los tiempos de enfriamiento que son imprescindibles.
INGREDIENTES.
500 gr de harina de trigo de media fuerza10 gr sal50 gr de azúcar280 gr de mantequilla250 ml de agua 25 gr de levadura de panadero1 huevo.
ELABORACIÓN
Comenzamos como con cualquier masa para pan, esta no deja de ser una masa fermentada, solo que la vamos aplicar un hojaldrado. Mezclamos la harina con la sal y el agua. La cantidad de agua es muy orientativa, ya que depende del tipo de harina, os aconsejo no echar toda de golpe y no seria infrecuente que os pida un poco más. La masa tiene que quedar manejable, no muy blanda, pero hidratada.
Una vez bien mezclada en el bol, la volcamos sobre la mesa y damos un primer amasado y dejamos reposar tapada durante 10-15 min. Los reposos van a servir para relajar la masa y que se produzca un "autoamasado". Volvemos a amasar 5 minutos y otros 10-15 de reposo.
Ahora, antes de amasar, vamos a incorporar la levadura, la desmenuzamos con los dedos la ponemos sobre la masa y añadimos un pelín de agua para ayudar a mezclarla. Continuamos con el amasado, hasta que este bien incorporada toda y dejamos reposar otros 10-15 min. ¿Cuantos ciclos de amasado y reposo vamos a hacer?. A mi con 4 o 5 me suelen ser suficientes, pero va a depender de tu habilidad para amasar y del tipo de harina y agua que uses. Debemos amasar hasta que la masa este bien relajada, que cogiendo un pellizco de masa nos deje extenderla bien, sin que se abra, hasta que no este como una película casi transparente.
Una vez finalizados los amasados vamos a extender la masa con un grosor de unos 2 cm y en una bandeja tapado con con plástico lo vamos a meter en la nevera un mínimo de una hora. Necesitamos que este bien frío para luego poder hacer bien las capas de masa y mantequilla. El tiempo mínimo es una hora pero podemos dejarlo incluso de un día para otro.
Pasado el tiempo de reposo sacamos la mantequilla de la nevera la metemos entre dos hojas de papel de horno y con un rodillo la extendemos hasta hacer un rectángulo que tenga la mitad del tamaño de nuestra masa. Salvo que, donde cocinéis, el ambiente este frío, sera conveniente meter la matequilla nuevamente en la nevera unos minutos para que vuelva a coger cuerpo.
Sacamos la masa y la mantequilla de la nevera, enharinamos levemente la superficie de trabajo y colocamos en el centro el bloque de mantequilla estirada, cerramos la masa sobre la mantequilla llevando al centro los laterales de la masa y cerramos bien por todos los lados, lo cubrimos y 10 minutos a la nevera.
Enharinamos la mesa de trabajo levemente, y con la ayuda de un rodillo extendemos la masa primero en horizontal del centro a un lateral, luego el contrario y una vez bien extendida en horizontal hacemos lo mismo en vertical siempre una mitad primero y luego la otra. Debemos extender cada lado como para casi doblar el tamaño. Una vez extendida damos el primer pliegue simple, que consiste en dividir, mentalmente, la masa en vertical en 3 partes iguales, llevamos el lateral derecho sobre el tercio central y por último el tercio izquierdo sobre los otros 2, de esta manera nos quedara un rectángulo que nuevamente ira a la nevera otros 10-15 minutos. Lo sacamos, extendemos y hacemos este mismo pliegue sencillo. Tenemos que repetir esta operación un total de 3 veces.
Al final de tercer pliegue, nuevamente ira la nevera 10-15 minutos. Una vez bien fría la volvemos a extender, igual que hacíamos antes para los pliegues, intentando esta vez dejar un rectángulo lo mas perfecto posible, nos podemos ayudar, una vez extendida la masa, recortando los laterales para igualar. Una vez tenemos un rectángulo más o menos perfecto vamos a ir cortando triángulos de unos 70-80 gramos de masa con el vértice en una cara del rectángulo y la base en la otra. Una vez todos cortados, salen uno 12-15 los enfriamos en la nevera durante otros 10-15 minutos.
Pasado este tiempo los sacamos y formamos los croissants. Para el formado pegamos el ángulo agudo del triángulo alejado de nosotros, estiramos la masa un poco tirando con la mano y con un cuchillo cortamos la base del triángulo, justo en el centro unos 5 centímetros, sacamos cada lado de corte hacia un lado y enrollamos. Una vez formados los dejamos en una bandeja para que leven y casi doblen el volumen, unos 90 minutos y después otros 30 en la nevera para que la mantequilla se endurezca, de esa manera el hojaldrado mejora mucho.
Pasado este tiempo los pincelamos con huevo batido y un pellizco de sal o azúcar y al horno precalentado a 180ºC durante unos 17 min o hasta que los veáis bien dorados.
Es una pena no poder incluir el olor que dejan en la cocina.
Animaros a hacerlos. Como el texto es un poco farragoso os invito a que veáis en el blog de Las Recetas de MJ, o en su canal de YouTube, pinchando aqui vais directos al vídeo en el que el propio Xavier Barriga prepara los croissants siguiendo esta misma receta.
Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Mateo 24, 42