Tras el arrollador concierto que ofrecieron la semana pasada en Rota, no podíamos perdernos otra de las actuaciones de Travellin´brothers en esta mini gira por la provincia de Cádiz y alrededores. Si el lugar elegido es un lugar tan bonito como El gran Baba de la playa de El Palmar, la satisfacción es doble.
El repertorio fue bastante similar al ofrecido en Rota, muy basado en sus dos excelentes trabajos “Red, hot & blue” y el más reciente “Magnolia route”, discos en los que se nota el cariño con el que han sido realizados en sus dos versiones como octeto y la más espectacular big band. Lógicamente el último “Magnolia route”
copó buena parte del concierto con su mezcla de géneros, desde el swing y el blues que tanto aman para recorrer los Estados Unidos a ritmo de mambo de Florida, second line jazz de Nueva Orleans o el country de las zonas rurales, y así sonó en la noche vejeriega el tema homónimo, el alegre “Love, joy & happiness”, los bailables “Creole queen” y “Ballroom 24”, el delicado “Song for you (always there)” o la muy bonita “Say you´ll be mine” que se unían a los temas de su primer larga duración como su tema fetiche “Midnight train”, la potente “Swing & jive”, “Payback time” o la impresionante “Sweet Little angel”, con un Jon Careaga cantando sin micrófono entre el público, en un alarde que fue muy celebrado. Tanto como la versión del “What a wonderful world”. Con los ecos de Louis Amstromg , de B.B. King o de Johnny Cash transcurrio otro de los conciertos más sentidos del verano gaditano, a punto de finalizar.Ya comenté en la anterior crónica la calidad de la banda vizcaína, pero no puedo dejar de nombrarlos porque a la presencia escénica, del antes mencionado, Jon Careaga, un bluesman de poderosa voz y capacidad de transmitir, se le unen, Aitor Cañibano, alma mater de la banda y un formidable guitarrista, tanto con su Gibson Les Paul como con el dobro, una base rítmica de muchos quilates con el bajo Fender de Eneko Cañibano y el batería Isi Redondo y el virtuosismo y el toque de enorme talento que aportan los dos jóvenes Ander Unzaga al teclado y Alain Sancho al saxo. Pues además de su innegable capacidad para la música tuve la suerte de poder hablar con algunos de sus miembros y queda claro que tienen el ritmo en el cuerpo y blues en las venas.
Hablar de aforo que presenció el directo es complicado, pues sucedió algo bastante curioso, ya que al comienzo el panorama era desolador con unas treinta personas, pero fue empezar a tocar y según avanzaba el concierto, llegaba gente de todos lados acabando por llenar “El gran Baba” con un público que no paraba de bailar, moverse y divertirse. Tanto que incluso se formó una medio conga siguiendo a la banda con el “When the saints go marching in” con el que finalizaron en la barra,
después de cruzar toda la pista entre el respetable.Una hora y veinticinco minutos bien aprovechados y con los que de Leioa han ganado unos cuantos seguidores más para su causa. Aquí tienen a uno de ellos. Esperemos que el futuro les depare grandes conciertos y próximas visitas por la provincia. Los recomiendo con avidez. Nadie, a quien le guste la música, se los debería perder.
Por José Luis “El Director”.