Si estáis empezando a leer esta crónica de La Caravana del Rock, queridas criaturas caravaneras, es porque probablemente venís de aquí, la reseña de la primera parte en la que nos encantó, como siempre, contaros pinceladas y momentazos de los que se vivieron en No Sin Música 2015, la tercera edición de un festival que va dando pasos de gigante (y os aseguramos que no caemos en ningún tópico. Verdad verdadera.)
Os comenté que en una sola crónica me era imposible concentrar tanto y tan bueno, así que abrochaos de nuevo los cinturones de vuestra caravana favorita, La Caravana del Rock, porque nos vamos al tercer día de festival. Fliparéis.
SÁBADO 4 DE JULIO O LA HISTORIA DE UNAS MEDUSAS ENAMORADAS DE CÁDIZ, ENTRE OTRAS HIERBAS
Como en la jornada anterior, el festival se iba a desdoblar en los dos escenarios dispuestos al efecto: el local stage, de dimensiones más modestas y con la posibilidad para el público de acercarse a pie de escenario, pues no había vallas que lo separaran del mismo, logrando así más complicidad y cercanía, y el fastuoso Cruzcampo stage, donde el sábado pasaron grupos como Elefantes, Dover o Vetusta Morla, entre otros muchos que lo partieron todo. Telita lo del sábado, que traducido resulta OMG. Pero vamos por partes…
LOCAL STAGE
Me resulta fascinante la historia de los Medusa Box. Unos chicos jovencísimos, estudiantes universitarios de música, que triunfaron a lo grande el año pasado cuando se presentaron al concurso de bandas organizado por Lolatown, el Lolatownfest 2014, y que nos sorprendieron por su calidad, su frescura, y el cariño que nos demostraron en el par de días que compartieron con nosotros. Pero sobre todo, a los que no les echa hacia atrás el meterse en un coche durante toda la noche para llegar a nuestra tierra a darlo todo. Mis “medusitos”, como cariñosamente les bauticé, J se fueron en 2014 con ganas de más, y como precisamente uno de los premios era participar este año en el No Sin Música, no podían faltar. Por cierto, el Lolatownfest15, festival hermano del No Sin Música, está a puntito de caramelo, de los días 31 de julio al 3 de agosto en una nueva ubicación, el Baluarte de la Candelaria de Cádiz. Muy pronto os hablamos de ello.
Que sí, que hacía mucho calor, que les tocó actuar bajo un sol implacable, pero eran tantas las ganas que tenían de ofrecer los nuevos temas de su disco Pay for it (prometida a Nil, el baterista, una reseña próxima), que creemos que eso les importó poco. Es un grupo bueno, muy bueno, que demuestra que está creciendo y que lleva en la sangre la fuerza de una apisonadora. Sin desmerecer a otros compañeros anteriores, felicidades por los dos magníficos fichajes: Adrià Bravo a los teclados (a quien ya conocimos el año pasado porque venía cubriendo una sustitución), y Emili Bosch, que es todo un espectáculo en escena con la guitarra, y además es hermano de Jordi, el bajista del grupo que quería lucir en escena su camiseta del Cádiz C.F. y allí estaba el tío con ella. Complementan a la perfección la voz y presencia magníficas del frontman del grupo, Enric Mont, y la fuerza implacable del batera del grupo, nuestro rubiales favorito, Nil Bibrian. Todo un mérito el de estos chavales que, a pesar de su juventud demuestran una veteranía soberbia en las tablas. Los 1.200 kilómetros de viaje en coche, que es lo que nos separan a Girona de Cádiz, no hicieron mella en ellos, como tampoco a Jan, el ingeniero de sonido del grupo. Y por supuesto, tampoco a los padres de Emili y Jordi, Dolors y Emili, que, como el año pasado, se apuntaron a la genial aventura de ser unos simpatíquisimos papis-groupies. El mejor apoyo que podía tener Medusa Box en Cádiz. Gustaron mucho, muchísimo, y los veremos de nuevo en breve, en el Lolatownfest 2015, como invitados especiales por ganar la edición del año pasado. ¡Ya os estamos esperando!
El siguiente grupo en pasar por el local stage, tras finalizar su actuación los Full en el grande, fueron los Homeless, que abrirán el mes de agosto tocando en el Lolatownfest15. Como pasó siempre, conectaron a tope incluso con los que no se sabían, como pasaba con otros muchos, sus temas al dedillo. Nos encantan que las chicas sean guerreras y por eso nos encanta también Tamara, esa belleza morena tan eficaz con el bajo. La verdad es que Homeless, con sus temas, sabia mezcla de indie rock, noise pop y un guitarreo contagioso, no defraudaron. Pero eso no le extraña a nadie. Atención a su último disco “La ciencia lo sabe”, de los que tocaron sus temas en el NSM 2015. ¡Bravo Juan y todo el equipazo de los Homeless!
Una vez que Elefantes arrasó como un ídem en el Cruzcampo stage, le tocaba el turno a nuestro querido Julio Cable. Experiencia, buen saber e indiscutible presencia en el escenario, arropado por músicos amigos como Chano Moreno o Álvaro Marabot. Lo partieron todo, porque además ya la tarde no lucía con ese sol de justicia y era más agradable pegar botes que era lo que pedían los temazos de Cable y sus chicos. Próximamente, artículo prometido a Julio sobre él, su música y más cuestiones, en La Caravana del Rock. Se lo merece.
Seguían las actuaciones en el escenario grande (de todas ellas hablaremos algo más abajo), en este caso con el turno para Dover. Las hermanas Llanos y compañía tuvieron el gran detallazo de nombrar a los siguientes compis en actuar en el local stage, que no eran otros que nuestros amados y admirados (además de buenísimos amigos) de MADE Rock on Planet. Os hemos hablado ya en varias ocasiones de los chicos del cohete estratosférico y no nos fallaron esta vez. Tuvieron el privilegio de actuar entre Dover y Vetusta Morla, lo que hizo que el público estuviera más entregado y calentito, si cabe. Demoledoramente buenas las versiones de su disco Mr. Pilot, que nos sabemos de memoria, y es que, cuando lo bueno es bueno, no importa si lo escuchas una y mil veces porque no cansa. Magníficos los arreglos con los metales de Molina y Gago, del grupo cañaílla (de San Fernando, Cádiz) Kilómetro Zero, que, por cierto, actuará como grupo invitado junto a Homeless en el Lolatownfest15. Su acompañamiento en el temazo Face broken by doors, con trompetas y saxo, sonó de maravilla. Felicidades a la banda por cierto por el fichaje de Migu de la Viesca, nuevo bajista para los directos, y que también colaboró en los coros en algún que otro tema. Los MADE terminaron arrojando camisetas de recuerdo a sus seguidores, que eran ya muchísimos a esa hora de la noche, y que sirvieron de fondo para un selfie de recuerdo de una noche imborrable. Una gran actuación; felicidades.
El grupo que cerró las actuaciones en el local stage fue Los News, directamente desde Sevilla, y que nunca decepciona a los que tienen ganas de moverse al ritmo de su frenético rock garage. La estampa de sus miembros, traviesos, llenos de fuerza y casi irreverentes en el escenario, fue el remate potentorro que nos encantó para cerrar las actuaciones en el escenario más pequeño. ¡Gracias a su frontman y a toda la banda por su espectáculo contagioso!
CRUZCAMPO STAGE
El escenario gigantesco de Cruzcampo se abrió el sábado con los sonidos rockeros de Full. Bajo un sol que nos derretía los sesos, Javi Valencia y sus chicos, también llegados desde Sevilla como Los News, ofrecieron un concierto muy completo, alternando temas ya conocidos como otros que van a ir incluidos en su próximo trabajo. Los Full supieron ganarse a los primeros espectadores que ya habían podido disfrutar en el local stage de los Medusa Box y por tanto venían calentitos… y no precisamente por el calorazo que nos abrasaba en esos momentos.
La siguiente actuación en este escenario fue… Bueno, nos quedamos sin palabras. Teníamos muchísimas ganas de ver a Elefantes en directo, un grupo que dio un disgustazo a sus muchos seguidores cuando decidieron echar el freno, pero que no ha perdido ni un ápice de frescura. ¡Cuánto nos gusta Shuarma, cómo se entrega al público y qué maravilla comprobar que su buen rollo personal traspasa el escenario y contagia a todo el mundo! Fácilmente comprobable en temas muy conocidos del grupo como Azul o, sobre todo Que yo no lo sabía, que fue, sinceramente, uno de los momentazos de la noche. De vellitos de punta lo que sentimos cuando decenas de personas coreaban la canción toda entera, no solamente su pegadizo estribillo. De diez. Elefantes no pasó desapercibido, y, a nuestro juicio, fue de lo mejorcito del No Sin Música 2015.
Le tocaba el turno a Dover, la banda liderada por las hermanas Llanos. Poderío, la fuerza del sabor genuino de los madrileños que no es otro que el rock, y entre tema y tema, un guiño a Cádiz con un “shosho” pronunciado de mala manera por Cristina aunque con buenas intenciones J para dar paso a uno de sus temas que dedicaron a las féminas asistentes al concierto. La vuelta a sus orígenes más rockeros confirma que los Dover siguen siendo un peso pesado en la escena musical del país, sin olvidar los temas que fueron más celebrados por la peña, como uno de nuestros preferidos, Devil came to me.
La banda estrella del cartel, a tenor de los comentarios y las expectativas que despertaba su próxima presencia en el escenario, era Vetusta Morla. Mientras ofrecían sus temas más conocidos, no defraudaron pues lo dieron todo. Y no es una frase hecha: fue la verdad. Chicas con coronas de florecitas en el pelo y chicos con barbas y rizados bigotes hipster coreaban sus canciones, algo que, probablemente sea una de las mejores recompensas para un grupo. Conexión total de Pucho y sus chicos con la gente y en definitiva, una actuación la de Vetusta Morla de las que han de anotarse en la libretita de “Para no olvidar”.
Se iba acabando lo bueno y el remate del festival lo pusieron los arrolladores Hermanos Dalton, el grupo cañaílla que con la potencia y fuerza de su powerpop, nos obligaba a menear los pies y a dar botes a pesar del cansancio acumulado. Qué puntazo de actuación, y que magnífico final para un festival del que solo tenemos palabras de elogio. El numeroso público que aún permanecía en la explanada del muelle salió agotado, pero feliz y apostamos que con ganas de más: si se hubieran programado más actuaciones, de allí no se va ni el Tato.
UN DIEZ PARA NO SIN MÚSICA 2015
Como decíamos en nuestra crónica de la primera parte, esta III edición del No Sin Música solamente se merece palabras de elogio. Hablamos posteriormente con uno de sus organizadores, Fali Hermida, y nos decía que siempre hay algo por mejorar, pero, sinceramente, nosotros no lo advertimos. Tal y como le comentamos a él y a Omar Osuna, magnífica la organización, y magnífico el trato dispensado a los medios por parte de todo el equipo de prensa. Gracias de corazón por todas las facilidades y por el detallazo de Julio de preguntarnos mientras se desarrollaban las actuaciones si todo iba bien. ¡Iba de categoría!
Más apuntes: acertadísimo el cambio del patio del colegio San Felipe Neri a la enorme explanada del muelle (una novedad que vale por miles de ellas), y estupenda cobertura del personal de seguridad y medios sanitarios que velaban por nosotros, algo complicado cuando había cientos y cientos de personas allí congregadas. Capítulo aparte el acierto de las preciosas caravanas Food Truck Bigott -que también tendrán presencia en el Lolatownfest15–, y que ofrecían una comida deliciosa y variada, desde pizzas y tapas hasta dulces. Otro asunto que queremos recalcar es que se haya repetido la gran idea de los vasos con fianza para evitar convertir la explanada del muelle en un estercolero, ya que la gran afluencia de personas no debe estar reñida con la limpieza y el cuidado del entorno. ¡Viva la sostenibilidad!
En resumen: Un diez para la III edición de No Sin Música. Y como decíamos en la primera parte de nuestra crónica: si esto es así en la III, qué no dejarán para años sucesivos. Para terminar, este divertido collage con Nil Bribian, de Medusa Box y Goli SuperSummer, de Furia. Nuestras caras reflejan lo bien que nos lo pasamos en el No Sin Música 2015. Y además, como hicimos el año pasado para rematar nuestra crónica del NSM, una foto con el vaso reciclable junto a la acreditación y la pulsera de prensa, los símbolos de que acabó algo muy, muy bueno. Adiós, NSM 15… ¡Hasta el año que viene en el No Sin Música 2016!
©Belén Peralta, 2015, para La Caravana del Rock. Todos los derechos reservados.
Fotografías propiedad de Jarret Abucha y de la autora.