Crónica día 2 Low Festival: Ceviche de primero, pulpo de segundo, y de postre ladrillo con pica-pica (o Javiera Mena, Novedades Carminha y Chemical Brothers)

Por Humberto del Horno

Tengo un amigo que se llama Javi y que siempre metaforiza los conciertos que ve con platos de comida. Es un poco hater. Una vez vio un concierto de Standstill y dijo que era surimi porque "no está mal pero en el fondo es sucedáneo" o que Tachenko era una ensalada mixta porque "siempre apetece, refresca, pero te deja con hambre".

Nos estamos lamiendo las heridas de la segunda jornada del Low bebiendo cerveza en la piscina del hotel. Voy a intentar llenar las lagunas de mi memoria pidiéndoles que me echen una mano.

Empezamos. Carlos Sadness. Estamos discutiendo sobre qué comida puede ser. Dice Clara que es como un poké hawaiano porque "es muy refrescante, muy veraniego y de buena calidad". Javi da su visto bueno. Digamos del concierto que, a parte de ser muy bueno, el pelo apenas se le encrespó al bueno de Carlos, pese a la humedad de Benidorm. Quizá demasiado parlanchín, pero gracioso. Animadísimo para empezar.

Los Planetas se quedaron cortos. Demasiado místicos. Con el buen sabor de boca que nos dejaron en el Circo Price en abril de 2017 o en el Palacio de los Deportes en diciembre... Han vuelto a planear el concierto sólo para ellos. "Pero como son Los Planteas hay que perdonárselo todo", dice Irene. Fueron un chuletón, de buena calidad, bien cortado, pero mal cocinado. Al punto que no es.

De Javiera Mena todo bien. Ceviche. Con su punto de limón, pero se hizo corto. Dice Ana que no le gusta la canción de 'Yo no te pido la luna' y contesta Clara que las dos bailarinas que arropaban su show fueron top.

Biffy Clayro venían después y a mí me pilló cenando. Pero los que lo vieron y tengo a mano ahora dicen que fueron unos 'haggis', que son como una morcilla escocesa. "Aquí no pegan ni con cola", dicen.

Novedades Carminha, brutales. Pulpo a la gallega, cocinado por una madre gallega. Javi, que es gallego, está encantado. Sandra dice que "muy buen rollo" y que no se esperaba para nada que el cantante fuera así. "Yo me lo imaginaba físicamente como el de Napoleón Sólo", dice Clara, que tampoco se esperaba que fuera más Johnny Milkiwai.

Y el postre. Chemical Brothers. Al principio Javi me decía que fueron unas ostras con centollo. Pero luego ha cambiado de opinión y dice que es una chuche de esas de ladrillo con pica-pica. Tope de gama. El concierto, espléndido, sin fisuras, una lección de principio a fin de profesionalidad. Un manual de cómo hacer lo que sabes bien hecho. Ojalá mi proctólogo fuera tan profesional.

Gemita dice que 'gourmet'. Que no todo el mundo lo sabe apreciar. Que sólo los sabemos apreciar los paladares selectos. Pues eso.

No es fácil subirse a un escenario a llenar el hueco que dejan los Chemical pero Amatria lo hizo genial. Sin complejos. Abrió con 'Discordia', cerró con 'Chinches' y levantó al público, como de costumbre. Antes de eso, nos concedió una pequeña entrevista en la que nos avanzó que se viene gira otoñal en salas. Aquí la dejo, tal cual.

AMATRIA: "EL SALTO VA A OCURRIR"

He pegado un salto, lo noto, no es que toque en más festivales, es la calidad, las condiciones, el horario, traer a más gente en el equipo. En eso he notado cambio. Creo que el pedazo de salto va a ocurrir, esto es el escaparate. Yo necesito escaparate de directo. Donde la gente se engancha a mí, y eso lo noto en redes, es directo. Este año tengo varios festivales con público de verdad y se me puede conocer mejor.

Las canciones molan, pero no tengo un género concreto. El primer disco tenía un single electrónico y ahora hay casi una bachata. Si escuchas a Amatria no lo clasificas en ningún lado. Entiendo que la gente tarde más en engancharse. Pero si ves el directo te empapas más, es una gran puerta de entrada.

Realmente me gustaría tocar canciones más íntimas pero tengo problemas en festivales, hay poco tiempo. A mí me perciben como música de baile aunque tengo mucho más detrás, y eso los fans lo aprecian. Pero a las tres de la mañana no os puedo tocar 'El Miedo', tengo que ser más hedonista. Pero hay gira de salas, meteré canciones más pausadas y más personales.

Lo bueno de una sala es que la gente va a verte a ti, y se crea un rollo, un vínculo real, una energía intensa. En un festival puede, pero hay gente que no te conoce. La gente va entrando...

No es que reniegue de mis canciones anteriores. Es una cuestión técnica. Era peor la producción, ahora se nota que hay más calidad. A la hora de ejecutar es más redondo. Es una putada, me da pena. No es que dependa de mí del todo. Puedo arreglar los temas pero... ¿cuál dejo fuera? Casi dejo fuera 'Me falta algo'. A mí me flipa, pues la toco. 'El lobo' me gusta pero necesita otra gira de salas para que la gente lo vaya conociendo. Ahora tengo que elegir. Pensando en mí, pensando en vosotros.