Cuando se pregunta por la primera película sobre Jesús- la primera de gran calado, se entiende- los críticos se muestran unánimes: sin duda alguna, el filme de Ferdinand Zecca “Vida y pasión de Jesucristo” (1907). En un momento en el que las cintas no solían durar más de diez o doce minutos, esta producción de 44 minutos resultó una auténtica gesta: en efecto, fue la primera gran película sobre Cristo, y una de las más importantes de la época muda.
Su director, Ferdinand Zecca (1864-1947), entonces bajo contrato con la Casa Pathé, empezó a trabajar en ella a mediados de 1901, y en aquel entonces el proyecto era más bien modesto. Con guión y dirección del propio Zecca y con fotografía de Segundo de Chomón, en 1902 se estrenó una primera versión titulada "La Passion de Notre-Seigneur Jésus Christ": un filme de 15 minutos que recogía 18 escenas relacionadas con la muerte de Cristo. Eran, en realidad, 18 cuadros escenográficos (la influencia teatral es muy evidente), con una cuidada puesta en escena y un vestuario muy vistoso. Los movimientos y gestos de los actores, rodados siempre en plano general, aparecían allí frente a bellos decorados clásicos pintados en el fondo de un estudio, y claramente inspirados en los grabados bíblicos de Gustav Doré.
El público acogió la cinta con entusiasmo, y los hermanos Pathé decidieron colorear el filme empleando un “sofisticado” –para la época- sistema de pintura a mano: cada fotograma recibía cuatro tonos de color, que eran aplicados con plantillas recortadas. Una tarea muy laboriosa que supuso un año entero de trabajo: en 1903 se estrenó de nuevo el filme, esta vez en versión coloreada.
Animado por el éxito, Zecca escribió un guión más amplio que abarcaba la vida entera de Jesús, y entre 1903 y 1904 añadió otras 10 escenas que incorporó a las 18 iniciales. Esa versión, que fue estrenada ya en 1905, contenía 28 cuadros divididos en cuatro capítulos: Infancia, Vida pública, Pasión y Muerte de Cristo. Finalmente, en 1906 un colaborador de Zecca, Lucien Nonguet, añadió las tres escenas finales (Resurrección, Sepulcro vacío, Ascensión), y la película –en su versión de 1907- alcanzó su metraje definitivo: 31 cuadros con una duración de 44 minutos, algo inaudito para la época. De hecho, está considerado como el primer largometraje de la historia del cine, aunque algunos reservan ese título a la primera película que supero los 60 minutos de duración: Del pesebre a la cruz (1912), de Sydney Olcott, otra película sobre Jesús.
Los seis años que duró la producción merecieron la pena: el filme causó una fuerte impresión en el público y se mantuvo en los cines durante años. Dos décadas después seguía exhibiéndose en algunos salones y se proyectaba en las misiones de África y Asia con una impresionante eficacia catequética: sin proponérselo, ayudó a establecer la iconografía popular de la historia de Jesús.
El estilo visual es muy pictórico, con estampas más bien estáticas y solemnes. Además de los grabados de Doré, otras pinturas famosas sirvieron de inspiración. Así, la escena en que María y José descansan durante la huida a Egipto, es una composición casi idéntica la que pintó Luc Olivier en 1879 (“Rest on the flight to Egypt”).
La versión que Google ha publicado en la Red, de la que dimos noticia en un post anterior, ha sido restaurada a partir de dos negativos originales de 35 mm en muy buen estado, y nos permite disfrutar el filme con la misma calidad con la que se veía hace un siglo. En este enlace puedes ver la película entera o descargártela en formato MPEG-4. Que la disfrutes.