Revista Cocina

CUICK, las bases de cocina que han conquistado a Carme Ruscalleda

Por Baco Y Boca @BacoyBoca

La empresa, creada en 2019 por Albert Camprubí y Gastón Chritin, ofrece sofritos y picadas naturales elaboradas artesanalmente con ingredientes frescos de alta calidad

CUICK, las bases de cocina que han conquistado a Carme RuscalledaCarme Ruscalleda con una de las picadas de CUICK.

“Para hacer un sofrito se precisa tener los pies planos”. Las palabras de Carme Ruscalleda no podrían definir mejor el secreto de lo que es la base de la cocina catalana (y española): el sofrito. Y es que, la clave de esta sencilla elaboración, columna vertebral de buena parte del recetario de nuestra cocina, es precisamente el tiempo y la paciencia. Para dar una solución a grandes y pequeños chef con poco tiempo o muy poca paciencia, nació CUICK.  

CUICK (acrónimo de “cocina” y “quick”, rápido) se fundó  en 2019 de la mano de dos emprendedores sin experiencia en la cocina profesional, Albert Camprubí y Gastón Chritin. Pero esta falta de trayectoria en el sector no les impidió dar en el clavo: elaborar sofritos y picadas 100% naturales, sin conservantes, ni aditivos, con materias primas de calidad, y hechas con mucho, pero mucho tiempo y paciencia -largas cocciones lentas-, y ofrecerlas envasadas y listas para utilizar al momento. 

Y es que, la paciencia, el buen producto, la técnica, pero también la pasión, la energía positiva y, como dice Carme Ruscalleda, la “naturalidad y naturaleza” son los ingredientes de las bases de cocina de CUICK, que desde este 2022 cuenta además con la colaboración en el desarrollo de producto de la gran maestra de los sofritos, la propia Ruscalleda. 

CUICK, las bases de cocina que han conquistado a Carme Ruscalleda
Ruscalleda en el obrador de CUICK.

“Me cautivó la naturaleza que expresan sus productos, pero también la emoción que transmiten. Porque detrás de cada base, de cada sofrito, de cada picada de CUICK hay naturaleza en estado puro”, explica Carme Ruscalleda. La chef, además, valora mucho de los creadores de CUICK que  hayan conseguido aportar al mercado un producto que facilita el trabajo y el día a día de los cocineros, tanto profesionales como amateurs, y que les da una solución práctica a algo tan común en todas las cocinas: la falta de tiempo. 

Ingredientes naturales cocinados al chup-chup

Las bases de cocina de CUICK están elaboradas como se ha hecho durante años en las cocinas de nuestras abuelas. “En CUICK amamos el chup-chup, la cocina con sabor y de calidad. En nuestros sofritos, la cebolla de Figueres o el tomate se sofríen en aceite de oliva virgen extra, caramelizando poco a poco. De esta forma enfatizamos los azúcares propios del producto sin añadir nada más, respetando la naturalidad y calidad del ingrediente fresco y de proximidad”, explican Albert Camprubí y Gastón Chritin.

CUICK ofrece sus bases en formatos para hostelería, que van desde los 500 gr a 1 Kg de  las bases, mientras que las picadas van en bolsas  de 187g. Todos sus productos, que se elaboran en su obrador de Tordera (Barcelona), tienen una vida útil de más de 12 meses y no necesitan frío, es decir, se pueden conservar a temperatura ambiente, lo que también facilita el día a día de las cocinas. 

CUICK, las bases de cocina que han conquistado a Carme Ruscalleda
Ruscalleda con la gama de CUICK para no profesionales.

Por otro lado, la gama de sofritos de CUICK para particulares está formada por Sofrito de cebolla de Figueres, Sofrito de Cebolla y Tomate, y Cebolla confitada en juliana. Pero CUICK también ofrece una gama de picadas para casa. Una base que se puede personalizar al gusto y que aportan sabor, textura, aromas y colores naturales. Se elaboran con frutos secos de gran calidad (pistachos, piñones, avellanas, almendras), ligeramente tostados, que combinan con ingredientes como la ñora o el azafrán. Y todas ellas con un denominador común: el aceite de oliva virgen extra DOP Priorat.

Y todo empezó con buena sintonía… radiofónica

La historia de Carme Ruscalleda y CUICK tiene “raíces” radiofónicas. Albert Camprubí escuchó una entrevista radiofónica, donde la chef catalana explicaba que guardaba siempre en el congelador una base de cebolla y tomate confitado para poder cocinar un arroz o una fideuá en solo 20 minutos. En aquel momento, Camprubí pensó que se tenía que hacer de forma profesional algo para poder ayudar a los cocineros a ahorrar el tiempo que pasan haciendo sofritos. Le explicó la idea a su amigo Gastón Chritin y los dos decidieron dar el paso. Abandonaron sus trabajos -que nada tenían que ver con el mundo de la gastronomía-, y se pusieron a buscar ingredientes y cocineros que pudieran hacer realidad su proyecto. 

Años más tarde, se reencuentran con Carme Ruscalleda, interesada por sus productos para usarlos en uno de sus restaurantes. Ella los prueba y conoce a sus creadores, que no dudan en ofrecerle colaborar con ellos. La chef, atrapada por la energía y el buen trabajo de Albert y Chritin, acepta el ofrecimiento. “Me cautivó la ambición que tienen de trabajar siempre con un producto puro, porque es difícil trabajar con esta pureza. Realmente consiguen productos de 10, y esto es lo que me ha impulsado a querer colaborar, por esta gran afinidad de ideas que tenemos”, añade Ruscalleda. 

CUICK, las bases de cocina que han conquistado a Carme Ruscalleda
Gaston Chritin, Carme Ruscalleda y Albert Camprubí, en Alimentaria,

La colaboración entre Ruscalleda y CUICK se hizo pública en el marco del Salón Alimentaria (el pasado martes 5 de abril), en un showcooking donde Carme, junto con Albert y Chritin, desvelaron algunas de las sencillas fórmulas para saborear sus bases de cocina.

Actualmente, los productos de CUICK se venden en más de 150 tiendas gourmet de Cataluña, Baleares y Andorra, pero donde tienen el foco de atención es en la hostelería, donde cuentan ya con más de 100 clientes (restaurantes) de Cataluña, València, Murcia y el País Vasco.


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