Revista Cine

¡Danzad, malditos, danzad! – La danza en las películas

Publicado el 25 febrero 2012 por Pilarm

La fundadora de VesCine y una servidora tenemos una pequeña (más bien gran) debilidad cinematográfica: las películas de baile.

Antes de nada, aclarar que no estamos hablando de musicales, sino de las producciones que tienen la danza como eje principal en cualquier forma, aunque está claro que su nacimiento está íntimamente ligado a estos.

Los primeros ejemplos los encontramos en los años 40 y 50 en cintas como Invitación a la danza (Gene Kelly, 1956) o Las zapatillas rojas (Michael Powell/Emeric Pressburger, 1948), en las que la danza se desligaba del contexto del musical por primera vez. Pero está claro que el género como tal nació a finales de los 70 y tuvo su época de mayor desarrollo en los 80 – Flashdance! (1983), Dirty Dancing (1987), Fama (1980) -.

En los 90 decayó hasta el final de la década cuando la absorción de la cultura latina por el mainstream dió como resultado cintas como Baila conmigo (1998).  Y en los últimos diez años está viviendo un resurgimiento con la inclusión de la cultura hip-hop y el baile urbano,  la reivindicación de la danza clásica y la experimentación en la fusión de géneros cinematográficos.

Os invitamos a que nos acompañeis por este repaso a este fascinante género cinematográfico desde sus orígenes hasta nuestros días.

1. Orígenes

Como ya os hemos comentado en la introducción los dos primeros ejemplos a destacar datan de finales de los 40 y los 50. En primer lugar tenemos la magnífica, Las zapatillas rojas de 1948.

Inspirada en un cuento de Andersen, la historia nos muestra a una bailarina que se encuentra atrapada entre dos hombres – el compositor que la ama y el empresario que la convertirá en una estrella. Con una fotografía y un montaje totalmente adelantados a su tiempo, es uno de los clásicos que no os podeis perder.

La segunda, Invitación a la danza, quizás se nos escape en cuanto a género, pero por su belleza y rareza la incluyo aquí. Dirigida y protagonizada por Gene Kelly en 1956, es una antología de 3 historias contadas únicamente con pasos de baile y mimo, sin diálogos.

2. Ballet

La danza sólo estaba considerada en Europa como un acto social hasta que en el siglo XVII el rey Luis XIV, gran aficionado al arte, fundó la primera escuela de bailarines profesionales del mundo y la primera compañía de danza – El Ballet de la Ópera de París. En ese momento, la danza se convirtió en arte escénico por primera vez en el continente.

Dado su longevidad, su peculiar estética y la dureza de su aprendizaje, este género ha causado fascinación a los cineastas desde hace décadas. La mayor parte de las películas que abordan este género intentan mostrar cómo es la vida de los estudiantes de danza o la estructura de una compañía profesional, con más o menos realismo.

Paso decisivo (Herbert Ross, 1977)

Anne Bancroft y Shirley McLaine interpretan a dos bailarinas maduras enfrentadas por una rivalidad pasada. La primera es la estrella a punto de apagarse de una gran compañía, la segunda dejó su carrera para formar una familia. Ambas quieren lo que la otra tiene, y cuando se reencuentran, las viejas rencillas renacen.

Mola porque Bancroft y McLaine acaban a hostia limpia (literalmente), porque la compañía retratada no es otra que el American Ballet Theatre, y porque supuso el debut cinematográfico de la leyenda del ballet Mikhail Baryshnikov.

Noches de sol (Taylor Hackford, 1985)

Baryshnikov vuelve está vez en su primer papel protagonista. Bailarín ruso que huye de la URSS para nacionalizarse américano, sufre un accidente de avión y termina en Siberia, retenido por el gobierno que le obliga a volver a los escenarios rusos.

A pesar del tufillo del cine de la era Reagan, merece la pena verla por varias razones: 1) Baryshnikov en la cumbre de su carrera, 2) el bailarín de claqué Gregory Hines y 3) la maravillosa Helen Mirren.

Center Stage (Nicolas Hytner, 2000)

Aquí ya entramos en el peligroso terreno del drama adolescente. Amanda Schull interpreta a una joven estudiante de danza que lucha por abrirse camino en la profesión a pesar de no ser la más dotada para ello.

A tener en cuenta: 1) Volvemos a encontrarnos con el American Ballet Theatre 2) ver en pantalla a dos de los mejores bailarines de clásico de los últimos 20 años - Julie Kent e Ethan Stiefel 3) una jovencísima Zoe Saldana.

The Company (Robert Altman, 2003)

Neve Campbell interpreta a una bailarina que empieza a despuntar en su compañía, y al mismo tiempo tiene que lidiar con los problemas de su vida diaria.

Uno de los ejemplos más realistas del género. La fotografía y la realización son impecables. La compañía retratada también es real – el Joffrey Ballet de Chicago; Neve Campbell tiene formación de clásico y no usa dobles en sus escenas, y sale Malcolm McDowell, ¿qué más quereis?

Cisne negro (Darren Aronofsky, 2010)

Tenía que estar. A pesar de toda la polémica que trajo consigo – los profesionales del ballet se pusieron hechos una furia por el uso extremo de los clichés del mundo del espectáculo; y que no se tenga muy claro en qué escenas Natalie Portman baila de verdad y en cuales no-, se trata de la cinta de baile más taquillera de la historia del cine.

Aronofsky toma prestado el argumento del Lago de los cisnes para montar un thriller psicológico que, desde luego, no dejó indiferente a nadie.

3. Hip-Hop/ Urbano

El hip-hop nació como estilo musical durante la década de los 70, con sus raíces bien hundidas en el funk. Era de esperar que un estilo que da tanta preponderancia al ritmo desarrollara tan pronto una gran variedad de estilos de baile ligados a él, a cada cual más espectacular.

En los 80 encontramos los primeros ejemplos de películas mostrando coreografías de hip-hop, pero lo cierto es que su explosión ha venido en los últimos diez años, una vez el estilo ha sido absorbido definitivamente por el mainstream y se ha propagado internacionalmente.

Breakin’ (Joel Silberg, 1984)

Esta es una de las primeras cintas de ficción que mostró géneros de baile como el breakdance o el poppin’, y sobretodo, dió una de las claves para la evolución de los estilos – la fusión.

Kelly es una bailarina de jazz que se hace amiga de un grupo de breakers. Fascinada por sus pasos, decide incorporarlos a su baile creando así un estilo híbrido que causa sensación en las calles, pero que los académicos desaprueban.

Como anécdota decir que fué uno de los puntos de inflexión de la carrera del rapero Ice-T.

Step Up (Anne Fletcher, 2006)

En Step Up encontramos la franquicia más rentable del género. 3 películas y una cuarta en camino. En la primera cinta nos encontramos con un tema que ha resultado recurrente en el género de las cintas de baile en los últimos años, y es la colisión cultural y estética entre el ballet (o el baile académico, en general) y el baile urbano. Lo cierto es que, como prueban estas películas, estos dos estilos tan aparentemente distintos, se llevan mejor de lo que todo el mundo podría esperar.

Stomp the Yard (Sylvain White, 2007)

Lo interesante de Stomp the Yard es la exposición de uno de los estilos más espectaculares del hip-hop, el steppin’, el cual se caracteriza por el uso de manos y pies para generar ritmo y que es posible bailar sin música.

Para los fans, los artistas de r&b Ne-Yo y Chris Brown aparecen en esta cinta.

4. Bailes de salón

Aunque nadie duda de la belleza de los bailes de salón a nivel profesional, el hecho es que su carácter, más competitivo que artístico, ha hecho quizás que este estilo sea más lejano al público que otros. Sólo hay que ver el hecho de que la gente prefiera ver a un montón de famosos intentando bailar un chachachá que ver a los profesionales. Sin embargo, también encontramos ejemplos en el mundo del cine.

Roseland (James Ivory, 1977)

Esta cinta de 1977 es una antología de tres historias distintas, The Waltz, The Hustle y The Peabody – todos son nombres de bailes – que giran en torno al mismo tema: sus protagonistas están intentando encontrar a la pareja de baile perfecta.

Baila conmigo (Randa Haines, 1998)

Chayanne y Vanessa Williams protagonizan esta cinta en la que lo más interesante es el choque entre el baile de salón competitivo y el baile de salón en su forma original, esto es como acto social y de divertimento.

Shall We Dance? (Peter Chelsom,2004)

Esta comedia se trata de un remake de un original japonés de 1996. Le he escogido porque es de los pocos ejemplos en los que podemos ver a actores muy conocidos marcándose unos bailes.

5. Clásicos de siempre

Y este es el apartado que todos estábais esperando. Varias de las cintas que ya hemos expuesto han sido muy exitosas, pero pocas se han convertido en íconos y han pasado a ser parte de la cultura popular. Hacemos un repaso por los títulos más entrañables que nos ha dejado el género.

Fiebre del sábado noche (John Badham, 1977)

Podeis decir lo que querais sobre Fiebre del sábado noche – que si es hortera, que si ha envejecido mal, etc- pero lo cierto es que hay pocas películas que sean la representación absoluta de la época y el lugar en las que fueron filmadas. Quizás es por eso que a nadie se le ha ocurrido rehacerla todavía. Quizás es porque no hay ni dios que sea capaz de marcarse los bailes al estilo John Travolta sin desgarrar un ceñidísimo pantalón de campana.

Flashdance (Adrian Lyne,1983)

A pesar de su argumento superficial y de lo poco creíble de la historia en sí, Flashdance no sólo uno de los clásicos, sino la que sentó las bases del mismo y ha servido de modelo a todas las que han venido detrás. El auge del videoclip y la MTV son influencias innegables en la realización de esta película: la estética de los números, el montaje, la realización… De hecho, una de las claves del éxito de esta película fue el hecho de que la cadena de televisión musical emitiera gran parte de los números de la película como videoclips, lo que proporcionó a su vez un gran éxito para las canciones de la película.

Aunque tengo que reconocer que descubrir que Jennifer Beals usaba una doble en casi todas las escenas de baile le quita muchísimo encanto.

Footloose (Herbert Ross,1984)

No sé por qué muchos críticos utilizan la estética ochentera de esta película para menospreciarla, lo que es una soberana tontería. Está claro que no es la mejor película del mundo mundial, pero la historia es divertida, los bailes son chulísimos y lanzó la carrera de Kevin Bacon.

Dirty Dancing (Emile Ardolino, 1987)

Dentro de las ochenteras, está claro que esta es la que mejor ha envejecido por una razón bastante obvia: está ambientada en los 60 lo que desterró los neones y la lycra. Además de convertirse en el sueño de toda quinceañera que se iba de vacaciones con sus padres.

The Full Monty (Peter Cataneo, 1997)

Sí, sí, ya sé que esto no es una película de baile al uso pero, para empezar, es una gran película y las escenas de baile y de striptease son de lo más grande que nos ha dejado el cine en bastante tiempo, así que, aquí está.

Billy Elliott (Stephen Daldry, 2000)

Lo mejor del cine social inglés, gran historia(s), buenos números y mejor banda sonora. No os engañéis, Billy Elliott ya forma parte de la mejor historia del cine. Y además, no han sido pocos los bailarines que nacieron después de que se estrenara.

6. Biopics / Históricas

Si hay algo de lo que se puede acusar a las películas de baile en muchas ocasiones es de falta de realismo. Y, de alguna forma, el hecho de que no se hayan producido más que algunos biopics sobre las vidas de las leyendas reales de este arte dice bastante poco acerca del género. Sin embargo, los pocos ejemplos que hay de acercamiento a la danza a través de sus estrellas o historia son bastante notables y se encuentran entre lo mejor de la producción.

Isadora (Karel Reisz, 1968)

Vanessa Redgrave encarna a la bailarina americana de principios de siglo Isadora Duncan, una de las primeras artistas en romper con el academicismo clásico y renovar el lenguaje. Le valió el premio a la mejor actriz en Cannes.

Nijinsky (Herbert Ross, 1980)

Ross es uno de los directores clave, el único problema es que es más reconocido por sus éxitos comerciales, como Footloose, que por sus obras de arte. George de la Peña interpreta a un contempóraneo de Duncan, el bailarín ruso Vaslav Nijinsky, la primera leyenda del ballet y uno de los personajes más fascinantes del arte del siglo XX. En esta película está representado uno de los capítulos más legendarios de la historia de la danza – cuando en el estreno del ballet Preludio a la siesta de un fauno, Nijinsky llevó el personaje demasiado lejos y acabó masturbándose en el escenario delante de toda la flor y nata de Paris.

Los rebeldes del Swing (Thomas Carter, 1993)

Aunque el dramatismo fácil se apoderó de esta película haciéndole perder enteros, lo cierto es que la historia tiene mucho encanto y tiene algunas de las mejores escenas de baile de la historia del cine. Además, es de las pocas cintas que presenta el baile como diversión, evasión y catársis emocional.

El rey baila (Gérard Corbiau, 2000)

Si me lo permitís, tengo que decir que esta es una de mis favoritas. Este biopic narra la vida del compositor Jean Baptiste Lully, quien trabajaba en la corte de Luis XIV. Como ya comenté en el punto del ballet, el rey Sol es figura clave en el desarrollo del ballet. Esta cinta muestra con una gran ambientación y gusto la majestuosidad y el efectismo del arte barroco, sumado a una gran trama de intrigas palaciegas, políticas y amorosas en la corte más fastuosa del mundo.

El último bailarín de Mao (Bruce Beresford, 2009)

Aunque la imagen de China dada en esta película pueda resultar un tanto “dudosa”, lo cierto es que este biopic inspirado en la vida del bailarín chino Li Cunxin tiene a su favor una fotografía y unas escenas de danza que recuerdan a la maravillosa Las zapatillas rojas.

7.  La danza en el cine español

La danza en el cine español tiene dos nombres: Carlos Saura y Antonio Gades, cuya filmografía conjunta incluye algunos de los mejores ejemplos del género y una reflexión estética en torno al flamenco y el folclore español en general.

Bodas de sangre (Carlos Saura, 1981)

Carmen (Carlos Saura, 1983)

El amor brujo (Carlos Saura, 1986)

Los Tarantos (Francisco Rovira Beleta,1962)

Candidata a los Oscar como mejor película de habla no inglesa en 1963, Los Tarantos es un Romeo & Julieta en versión gitana con algunos de los nombres del flamenco más importantes del momento: Antonio Gades, Carmen Amaya. Vicente Escribá la rehizo (y muy bien) en 1989.

8. Spoof

Dance Flick (Wayan Brothers,2009)

Como todos los géneros de moda, las películas de baile también tienen su versión de coña.

9. Próximos estrenos

El auge del género de baile no va a decaer próximamente. Para este 2012 tenemos la cuarta entrega de Step Up o el temido remake de Dirty Dancing, entre algunos de los títulos más destacados.

Espero que os haya gustado este especial y, si tenéis alguna cinta que no haya sido mencionada y que queráis compartir con nosotros, ¡dejadnos un comentario!

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Por  Sonia Alejandra Pabello Sevilla
publicado el 10 marzo a las 14:59

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Por  Sonia Alejandra Pabello Sevilla
publicado el 10 marzo a las 14:51

Está también Salón de baile de scola, grandiosa en verdad