El proyecto:
Hace cuatro años y gracias a la web de crowdfunding www.verkami.com tuve noticias de un proyecto capitaneado por Juan Luis Beltrán Martín, asentado en la población de Hoyos de Pinares en el SE de la provincia de Ávila, que tenía como finalidad rescatar de una muerte segura una parcela de 0,5 ha. de viñas de viejas garnacha que iba a engrosar la lista de las 500 ha. que se habían perdido en los últimos años. Ya hablé del crowdfunding en un post hace dos años, por si necesitan información al respecto.
La idea no sólo me pareció atractiva, sino valiente y pensé, como otros tantos enochalados, que merecía la pena ayudar a salvar parte de nuestro patrimonio vinícola tan duramente castigado.
De este proyecto nacería un vino único, Viña Marisa 2014, con apenas 1.150 botellas.
El vino
En septiembre de 2014 se realizó la vendimia de la que se recogieron unos 1.500 l. La uva se despalilló y encubó en depositos de acero inox. de 750 litros.
No se realiza pie de cuba, realizando la fermentación expontáneamente.
Después de despalillarla, maceró por espacio de 6 días antes de arrancar la fermentación alcohólica de forma espontánea, la cual se mantuvo por espacio de 28 días, con buenas temperaturas de fermentación, teniendo que usar frío solo por espacio de unos pocos días, y nunca sobrepasando 25 grados de temperatura.
Hizo la maceración post fermentativa y el sábado 1 de noviembre se prensó y pasó a barrica, 3 de 300 litros y 1 de 225 litros.
Realizó una crianza de 12 meses en barrica de roble francés usada de 300 l. y se embotelló el 22-11-2015
Embotellado el 22-11-2015
La cata: Viña Marisa 2014
Bonito color picota de capa media y menisco carmesí acompañado por una lágrima fina, densa y ligeramente tintada.
Aromas con claro protagonismo de las notas de fruta roja madura que se conjuntan con aportes balsámicos y sutiles apuntes minerales y torrefactos.
Ataque fresco en boca en la que refleja buena acidez y un excelente equilibrio acidez-alcohol (no olvidemos que cuenta con 15% vol.). Tanino sedoso “marca” de la garanacha y goloso, que hace de él un vino elegante. Trago largo, envolvente y con muy buena estructura.
Retronasal en la que las notas de fruta-balsámicos-minerales predominan en un vino redondo.
Realmente bueno y para disfrutar de inicio a fin. Reivincación de casta y suelo, de terruño. Por cierto, uno que es previsor, se hizo con algunas botellas que fueron algunas regaladas y otras para seguir disfrutando y viendo la evolución del vino a lo largo del tiempo.
¡Salud y buen vino!
Fotografías: Cabecera de Pepe Franco / FOTOVIN, Juan Luís Beltran Martín y autor.