Santander es una ciudad preciosa y una forma de conocerla es a través de su cultura gastronómica. En este caso no adentramos en el casco antiguo para visitar algunos de sus establecimientos y degustar sus deliciosas tapas.
Uno de los locales que más nos gustaron se encuentra en la calle Arrabal y se llama la Esquina del Arrabal. Un establecimiento con decoración moderna y terraza. El precio es similar al de otros establecimientos de la zona lo bueno es que en muchos te sirven la tapa del día con la oferta que ponen cada uno de los locales y aquí puedes elegirla. En este caso son tres euros por pincho o 3,5 euros por una mini hamburguesa, que no es tan mini como en otros lugares. Probamos las mini hamburguesas y estaban francamente buenas, así como el pincho de pollo relleno que elegimos.
Una de las especialidades que se encuentran en muchos establecimientos de Santander son las tortillas de patatas. En este caso probamos las que ofrecen en el Quebec, se trata de una cadena de establecimientos hosteleros que se distribuyen por diferentes calles de la ciudad. La tortilla nos gustó mucho y mi peque le encantó. Tienes infinidad de variedades, aunque yo pedí la normal, cuesta 1,70 euros el pincho y está bastante bien de tamaño. No obstante, tienes rellenos para todos los gustos, desde las más clásicas de jamón y queso hasta con gulas, vegetales…. También cabe resaltar los pinchos que sirven en este establecimiento, tienen diferentes precios en función de la bandeja donde estén colocados desde 1,5 a 2,9 euros. La verdad es que son más normales que en otros locales, pero están bastante ricos.
Otro de los lugares típicos para tomar pinchos en Santander es el local La Catedra, se encuentra en la calle del Medio, número 5. Nosotros probamos el pincho del día con una mini caña por tres euros y la verdad es que nos sirvieron un pincho moruno con una salsa que estaba muy rico.
En el Mercado del Este visitamos el Mesón del Indiano, la verdad es que había leído muy buenas opiniones de este mercado y fuimos el domingo a tomar el vermú y la verdad es que me decepcionó un poco, le falta mucha vida y yo creo que sólo está bien por si está lloviendo que puedes estar resguardado. Allí tomamos un par de pincho de gulas y de chaka bastante buenos, aunque más caros que en otros y probamos las patatas Indiano, que son una especie de ali oli con tomate. La verdad es que la salsa estaba muy rica, pero me decepcionó que las patatas fueran congeladas y no caseras.
Justo enfrente del Mercado del Este se encuentra el local Solo Masa Madre, la verdad es que es un establecimiento que sirve hamburguesas, ensaladas y raciones, y aunque ofrecen la oferta de tres euros por pincho y minicaña, el pincho no estaba muy allá, era de pollo con nata.
En la calle Río de la Pila, el día que fuimos a visitar el funicular, entramos en un establecimiento llamado Casa Goria y la verdad es que nos encantó porque por dos cañas y una tosta de jamón nos cobraron 5,50 euros. Y hay que decir que la tosta estaba exquisita.
A continuación, decidimos acercarnos al Mesón Rampalay en la calle Daoiz y Velarde, la verdad es que había bastante gente y los pinchos estaban ricos. Por 5,90 euros degustamos dos cañas y un pimiento relleno y rebozado de bechamel y gamas y un pinchos de ensaladilla de manzana y salmón ahumado. Ambos eran muy suaves, pero se podían degustar los ingredientes que llevaban cada uno de ellos.
Más alejado del centro en la calle Ruíz de Zorrilla, cercad de donde teníamos el hotel tengo que resaltar dos establecimientosen los que estuvimos, La Graciosa, donde había unos pinchos muy ricos, sobre todo para desayunar estaban exquisitos y un día fuimos a tomar allí una ración de secreto ibérico con patatas que estaba deliciosa, y las patatas caseras, algo que no ha sido fácil de encontrar por Santander. Todo a buen precio, ya que está ración nos costó ocho euros, pero tenías raciones de todos los precios.
En la misma calle se encuentra el Rey del Jamón, aquí comimos el primer día, ya que en el anterior no había sitio, los platos combinados son un poco de batalla, pero bastante abundantes, lo que sí os recomiendo es el jamón, me pedí yo un bocadillo que estaba excepcional bien cortado y con un sabor muy rico, el problema que lo acompañan con patatas congeladas, pero el bocata en sí muy bueno.