Desayunando con Inés Rosales

¡Saludos, Calderer@s!

Casi hace ya un mes desde la última publicación, y creo que ya va siendo hora de retomar el blog. ¿No os parece? Relatos viajeros, recetas deliciosas, reflexiones… ¡están todas haciendo cola para esperar aparecer en el blog!

Pero para ir calentando motores os voy a contar cómo ha sido mi vuelta este año después del Viaje de Verano. Nada que ver con el año pasado, cuando, como os conté en este artículo, nos encontramos la casa inunda al volver de Camboya y Vietnam.

Todo lo contrario.

Este año la vuelta ha sido calmada y placentera. Y además al volver a casa, me he encontrado una agradable sorpresa. Un paquetito con el nombre de Inés Rosales en la frontal en el que me invitaban a probar las nuevas tortas de aceite saladas. …¿saladas? ¡Sí! ¡Saladas! Y para mi sorpresa, deliciosas.

Me han enviado dos variedades diferentes de tortas de aceite, con sésamo y sal marina, y con tomillo y romero. Están las dos realmente buenas y apetecibles, incluso para el desayuno, si eres como yo y te gusta desayunar salado. De verdad, las dos me han encantado, pero si tuviera que elegir una, me quedaría con la de sésamo y sal marina. ¡Qué ricas!

Además, el nuevo envase opaco en el que se presentan las tortas de aceite para protegerlas mejor, realmente consigue su cometido. A pesar de que el paquete llegó a finales de Julio, no ha sido hasta ahora en Septiembre que he podido probar las tortitas, y las he encontrado perfectamente crujientes a la vez que tiernas, y con su sabor intacto.

Pero ¿sabéis qué es realmente lo que más me ha gustado? Pues que una cosa es que algo esté rico, y crujiente, que no es algo tan raro de encontrar, y otra cosa es que cuando por fin decides enfrentarte a la máquina de la verdad (el listado de ingredientes) no te lleves una desilusión al ver que todo son conservantes, aromas, y colorantes. Sin embargo, y por suerte, este no es el caso de las tortas de Inés Rosales. ¿Unas tortas de aceite de sésamo y sal marina? Pues los ingredientes son harina, sésamo y sal…¡bieeeeeen! Me han conquistado con esto.

Las tortas son aptas para vegetarianos y al ser saladas, se prestan mucho a combinar con otros alimentos para preparar diferentes recetas. Se me ocurre por ejemplo, con queso ricotta y aceitunas negras, como base de pizzetas, con aguacate, como croutones en ensalada. ¡Es cuestión de innovar!

Os animo a que las probéis. Y si no os mola tanto lo salado como a mi, también han sacado nuevas variedades de las tortas dulces (con canela, naranja, almendras…). Estas no las he probado, pero si están tan ricas como las saladas, merecen la pena también.

Así que voy a aprovechar para dar las gracias a Inés Rosales por haberme enviado estas muestras, porque realmente me han encantado.

¡Hasta pronto, Calderer@s!