Hoy, que en las playas nos hemos dejado llevar por el vuelo de una gaviota, o que estando de vacaciones en la montaña nos hemos fijado en el vuelo de un águila, nosotros hemos querido hacer un poquito más fácil el poder volar, con dos títulos que tratan precisamente de eso, pero que no sabemos qué nos encontraremos en su interior (aunque nosotros queremos adelantaros un poco de ellos).
Verano es una época para volar a otros lugares, para conocer otras geografías y para recordar cómo echamos de menos esos momentos en los que podríamos ser cualquier otra persona, porque allá a donde vamos no tiene por qué conocernos nadie. A través de los libros también podemos conseguir precisamente eso, porque podemos sumergirnos en la piel de otros y dejarnos llevar por sus sensaciones, tanto o más si se trata de libros tan intensos como los que nosotros os traemos hoy.
Con un par de alas
Las rupturas pueden ser realmente complicadas y precisamente esto es lo que sufrirá la protagonista de este libro, Lía, la cual vivía en Tarifa con su pareja, Hugo. Tras la ruptura decidirá volver a Barcelona, a empezar de cero de nuevo allí. Todo será más sencillo contando con la ayuda de su amiga Manu y de su madre Perpetua, que a pesar de todo cree que Lía sigue en Tarifa. ¿Cómo conseguirá Lía sobrellevar esta ruptura y esta historia de amor infructuosa? ¿Aparecerá alguien más en su vida para hacer la volar? Con un par de alas nos demostrará que casi todo es posible si se tiene el apoyo adecuado.
Con tal de verte volar
Un libro que destaca por su intensidad, por la manera en la que se pueden afrontar las despedidas, con la manera en la que se pueden contar y transmitir. “Nunca supe cómo despedirme y ahora he encontrado la manera”, este libro de Miguel Gane, despertará en nosotros emociones que quizás considerábamos perdidas, un libro para disfrutar de buena literatura y con el que descubrir cómo se puede volar para ser luz.