Roz (Robin Wright) y Lil (Naomi Watts) son dos amigas de toda la vida que ya han pasado de los 40 años. Deciden irse de vacaciones a un lago paradisíaco junto a sus hijos, que acaban de salir de la adolescencia. El sol, el calor y las aguas limpias hacen crecer poco a poco la excitación sexual de los cuatro. Roz se da cuenta de que se ha enamorado del hijo de su amiga, y a Lil le pasará lo mismo muy pronto. Adaptación cinematográfica de una de las cuatro novelas cortas que componen ‘Las abuelas’ (‘The Grandmothers’, 2003), considerada una de las obras más personales de Doris Lessing.
Calificación: 6,169.
Tráiler de la Película
Ficha:
Título Original: Adore.
Directora: Anne Fontaine.
Guionista: Christopher Hampton.
Intérpretes: Naomi Watts, Robin Wright, Xavier Samuel, Ben Mendelsohn, Sophie Lowe, Gary Sweet, James Frecheville, Jessica Tovey, Alyson Standen, Skye Sutherland, Sarah Henderson, Isaac Cocking, Brody Mathers, Alice Roberts, Charlee Thomas.
Productores: Philippe Carcassonne, Michel Feller, Barbara Gibbs, Andrew Mason.
Fotografía: Christophe Beaucarne.
Música: Christopher Gordon.
Montaje: Luc Barnier, Ceinwen Berry.
Diseño de Producción: Annie Beauchamp, Steven Jones-Evans.
Diseño de Vestuario: Joanna Mae Park.
Países: Australia, Francia.
Lugares de Rodaje: Seal Rocks, Sydney, Shelly Beach (Australia).
Fechas de Rodaje: De Febrero de 2012 a Abril de 2012.
Año: 2013.
Duración: 111 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 16 años.
Género: Drama, Romántica.
Estreno: 30-05-2014.
DVD (Venta):
Distribuidora: Vértigo Films, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Espectadores: 0.
Recaudación: 0 €.
Visitas: 1.
Crítica:
05-06-2014 – ANTÓN MERIKAETXEBARRIA
Amores fugitivos
Dos maduras mamás, enamorada cada una del hijo de la otra, son las protagonistas de “Dos madres perfectas”, en la que su directora, la irregular cineasta luxemburguesa Anne Fontaine, no aprieta el acelerador a fondo a la hora de relatar unos sentimientos a flor de piel, enmarcados en un paisaje de tarjeta postal que sirve de marco a una inusual historia de amores fugitivos. A partir de ahí, la vertiente psicológica está tratada de forma superficial, sin incidir con armas y bagajes en unas relaciones materno-filiales muy artificiosas. Es como si Anne Fontaine tratara de rejuvenecer el cine escandaloso francés de los años 70, incluida la estupenda película de Louis Malle “El soplo al corazón” (1971).
Los resultados son insatisfactorios, por cuanto el tema exigía una formulación más sutil, al tiempo que un melodrama de este tipo, empeñado en retratar unas relaciones en las que también planea el incesto, pedía a gritos una escenografía más cálida, con más garra, ya que en su conjunto, estas dos madres casi perfectas son más frías que un carámbano. El resultado no supera en ningún momento la mera discreción, perjudicado además por una innecesaria servidumbre a lo esteticista.
Lo cierto es que se echa de menos el instinto transgresor, una puesta en escena más incisiva a la hora de indagar en la compleja psique humana, así como en la degradación del género melodramático en el que se inscribe el filme y en la figura del amor sin límites: en la carne de mi carne habitual en estos casos. Es evidente que se trata a todas luces de una clase de amor semejante a esa flor agreste, que es preciso ir a cogerla al borde mismo de un peligroso acantilado… En fin, son reflexiones que surgen al hilo de esta evanescente película intimista, supeditada en todo instante al lucimiento de dos actrices de la categoría de Naomi Watts y Robin Wright, a las cuales piropearé en mejor ocasión.