Hace unos días recibimos la invitación para celebrar el Décimo Aniversario de Finca Antigua, una de las bodegas del Grupo Martínez Bujanda, de manos de Irene Cuéllar en el que nos presentaban su nuevo proyecto “La Casona”. Tras varias deliberaciones decidimos acudir mano a mano mi compañera Emi y yo y así conocer en primera persona este nuevo proyecto y, lo más importante, conocer personalmente a Irene y a Rosa Martín con las que tantas veces habíamos hablado por teléfono.
La presentación fue el pasado 17 de abril y comenzaba a las 12h, así que decidimos salir de Valencia a primera hora y hospedarnos esa noche en el hotel Palacio Buenavista Hospedería en Belmonte, un pequeño edificio del Siglo XVI reconstruido con un encanto personal y especial y con unas maravillosas y espectaculares vistas al Castillo.
Tras pasar por el hotel fuimos dirección Quintanar del Rey y tras varias indicaciones encontramos la finca, que tiene unas de 1000 Ha, de las cuales 400 son viñedos. Tras un pequeño trayecto, encontramos el impresionante edificio de arquitectura vanguardista que combina acero, piedra y cemento, formado por tres prismas que contrastan con el agua que encierra Finca Antigua.
Allí nos recibieron Rosa, Irene y Lauren Rosillo, el enólogo de la bodega. Nos llevaron al mirador acristalado de la bodega, desde donde observamos la inmensidad y grandeza de la finca, sus viñedos y las viñas, las cuales aún no habían florecido.
Tras una breve introducción y explicación sobre sus vinos, Rosa nos mostró el interior de la bodega, la inmensa sala de los depósitos de acero, la espectacular sala de barricas y como mantienen la humedad en la sala de forma natural, gracias a la piedra. Después, la sala de almacenamiento y conservación en botella y por último la sala de embotellado y etiquetado. También pudimos comprobar como hacían el trasiego de los depósitos de acero a las barricas ya que la actividad en estos días en la bodega no para ni un segundo.
También nos explicó como personalizaban sus productos y nos informó sobre El Club de Barricas, un sistema muy de moda en otras denominaciones, pero novedoso en Cuenca.
Más tarde nos desplazamos a La Casona, el motivo real de nuestro viaje.
La Casona es un nuevo espacio que cuenta con una tienda especializada en vinos, un comedor social preparado para dar comidas y catas de hasta 40 personas y un gran patio manchego, perfecto para encuentros y eventos al aire libre. Finca Antigua contaba, en el momento de su adquisición, con una casa solariega centenaria de los propietarios de la finca y desde el primer momento la Familia Martínez Bujanda se propuso en rehabilitarla y convertirla en lo que es hoy, el Centro de Enoturismo “La Casona”.
De esta manera, la oferta enoturística de Finca Antigua se renueva y amplia ofreciendo un servicio más completo a los visitantes. Las rutas a pie por el viñedo o en 4×4 por toda la finca, los cursos de iniciación a la cata o las visitas a pie de viña para mostrar las labores de campo, se complementan ahora con otras opciones grastronómicas y de cata.
En este nuevo espacio social de Finca Antigua se ofrecen todas las comodidades y ventajas para invitar a las empresas a realizar encuentros empresariales desde presentaciones de productos a consejos de administración o reuniones, todo ello en un entorno diferente y rodeados de un precioso paraje natural.
Allí nos ofrecieron, junto a un aperitivo, su vino Tinto Syrah 2009 y su Blanco Viura, mientras Lauren nos explicaba y nos daba más datos sobre este proyecto.
Más tarde nos deleitaron con una magnífica comida de platos típicos manchegos: mojete, gachas con setas, un guisado de patata y conejo; y por supuesto al centro, unas tapas de torreznos, queso y jamón ibérico de la zona. Una comida amena y distendida, junto otros compañeros de otros medios, donde conversamos sobre el enoturismo y comentamos que, a pesar de los tiempos que corren, es uno de los sectores que crea empleo y sigue creciendo. Para finalizar, tomamos un vino de mesa naturalmente dulce de Moscatel junto a un postre realizado por las monjas Clarisas.
Fue una jornada especial y divertida. Gracias a Irene por contar con viajerosdelvino.com, gracias a Rosa por dedicarnos y mostrarnos las instalaciones con ese amor y cariño que expresan sus palabras y gracias a Lauren por hacernos entender el complejo y laborioso proceso de elaboración y mostrarnos a todos su pasión por el vino y el enoturismo.
Recomendamos al 100% la visita a la Finca y sus maravillosos vinos… Así que si tenéis pensado en visitar una bodega en La Mancha, ¿qué tal pasar una jornada enoturística en la provincia de Cuenca?